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Por: María Karla Fernández Mustelier
En el vibrante barrio de Colón, en el municipio de Centro Habana, la comunidad se enfrenta a uno de sus mayores desafíos: el tráfico y consumo de drogas. Este fenómeno no solo impacta a los jóvenes, sino que también afecta la cohesión social y la seguridad en este consorcio lleno de historia y cultura. Por lo que ha surgido un debate ferviente entre los vecinos, las autoridades y organizaciones sociales sobre cómo abordar esta problemática.
Los vecinos del barrio han comenzado a alzar su voz. En foros comunitarios y reuniones organizadas por el Consejo Popular, se han compartido testimonios desgarradores de familias afectadas. "Mis hijos han cambiado, ya no son los mismos", comenta María, madre de dos adolescentes. "El miedo se ha apoderado de nosotros; no solo tememos por la seguridad, sino también por la salud de nuestros jóvenes".
Los testimonios son una mezcla de frustración y esperanza. "Queremos que se nos escuche. Este es nuestro hogar y no podemos permitir que las drogas lo destruyan", añade Julia, una líder comunitaria que atiende prevención en el consejo.
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Ante el creciente sentimiento de inquietud, se han implementado varias iniciativas. El Consejo Popular ha colaborado con el gobierno y instituciones locales para crear programas de prevención y sensibilización. Talleres, charlas educativas y actividades recreativas buscan ofrecer alternativas a los jóvenes, así como información sobre los peligros de las drogas.
Además, se han reforzado las patrullas policiales en las zonas más afectadas. Aunque algunos vecinos consideran que esto es un paso en la dirección correcta, otros creen que se necesita un enfoque más integral, que incluya la educación y el apoyo familiar.
Para entender mejor la situación, conversamos con la doctora Tania Peón Valdez, psiquiatra infantil quien trabaja como jefa de salud mental en el psiquiátrico de La Habana. “El tráfico de drogas está intrínsecamente ligado a problemas sociales, económicos y familiares. En barrios como Colón, es fundamental abordar las causas subyacentes, y no solo los síntomas.”
La doctora enfatiza la importancia de involucrar a toda la comunidad en la creación de un entorno seguro y de apoyo, donde los jóvenes sientan que tienen alternativas y recursos a su disposición.
El debate en Colón es un llamado a la acción. La lucha contra el tráfico y el consumo de drogas es una batalla que debe ser librada con unión.