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Foto: Raúl Corrales/Granma |
Por: Cáliz Moré Leal
Entre las fechas memorables para el pueblo cubano está el 16 de abril de 1961. Ese día, en la despedida del duelo de las víctimas de los bombardeos a los aeropuertos cubanos, desde una improvisada tribuna en las calles capitalinas de 23 y 12, Fidel declaró el carácter socialista de la Revolución cubana y el Día del Miliciano.
Ante un pueblo que elevaba fusiles, el máximo líder de la Revolución expresó: “Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es (…) la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba”. “Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!…. ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con esos fusiles… y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores!…”
Entre aquellos milicianos estaba el joven Eduardo d Varona Ruiz, quien alzó su fusil como jefe del segundo pelotón de la compañía ligera de combate del Batallón 115.