Por: Tony Díaz
La modalidad de béisbol corto cubano llegó a Santiago de Cuba, trayendo consigo una nueva propuesta deportiva que promete revolucionar la práctica del deporte nacional, tal como lo hizo el baseball5.Esta creación del capitalino Raúl Daniel Longueira Cuesta, impulsada por el Centro Latinoamericano de Estudios en Epistemología Pedagógica (CESPE), se enmarca en la Pedagogía Deportiva y busca promover los deportes emergentes.
Durante su visita a la Ciudad Héroe, Longueira ha intercambiado con autoridades, técnicos y activistas del Inder, en agenda organizada por el CESPE.
“La idea y el proyecto nacen de una santiaguera. Santiago de Cuba será el primer lugar donde se implemente este proyecto, que se desdobla a lo sociocomunitario, aplicable a la Educación Física, la recreación y además al alto rendimiento”, expresó Longueira.
En declaraciones del Doctor en Ciencias Carlos Viltre, presidente general de la red académica, esta modalidad viene a reivindicar el nombre real y esencia del deporte para todos que posee el Inder.
“Además, se proyecta un Diplomado Internacional para la formación de técnicos de béisbol corto cubano, y se está a la espera de los implementos que llegarán en las próximas semanas para comenzar la práctica de esta novedad”, argumentó.
El Béisbol Corto Cubano no solo busca fomentar la actividad física y el deporte en la comunidad, sino también ofrecer una alternativa innovadora y accesible para todos. Con ello se espera fortalecer el tejido social y promover valores como el trabajo en equipo, la disciplina y la perseverancia.
Es una modalidad del béisbol tradicional que se caracteriza por tener reglas simplificadas y un campo de juego más pequeño. La variante está diseñada para ser más accesible y rápida, lo que la hace ideal para la educación física, la recreación y el alto rendimiento en comunidades con espacio limitado.
Se trata de un juego dinámico, con acciones ofensivas y defensivas constantes. El espacio de juego tiene las mismas características que el cuadro de un terreno de béisbol tradicional, pero se delimita por una cerca perimetral con medidas, que oscilan entre 90 centímetros y un metro de alto.
La iniciativa, con casi un lustro de nacida, ha sido materializada en el combinado deportivo Mártires de Girón, en el municipio habanero de Playa, donde es de amplio disfrute de niños, jóvenes y adultos mayores.
Durante su visita a la Ciudad Héroe, Longueira ha intercambiado con autoridades, técnicos y activistas del Inder, en agenda organizada por el CESPE.
“La idea y el proyecto nacen de una santiaguera. Santiago de Cuba será el primer lugar donde se implemente este proyecto, que se desdobla a lo sociocomunitario, aplicable a la Educación Física, la recreación y además al alto rendimiento”, expresó Longueira.
En declaraciones del Doctor en Ciencias Carlos Viltre, presidente general de la red académica, esta modalidad viene a reivindicar el nombre real y esencia del deporte para todos que posee el Inder.
“Además, se proyecta un Diplomado Internacional para la formación de técnicos de béisbol corto cubano, y se está a la espera de los implementos que llegarán en las próximas semanas para comenzar la práctica de esta novedad”, argumentó.
El Béisbol Corto Cubano no solo busca fomentar la actividad física y el deporte en la comunidad, sino también ofrecer una alternativa innovadora y accesible para todos. Con ello se espera fortalecer el tejido social y promover valores como el trabajo en equipo, la disciplina y la perseverancia.
Es una modalidad del béisbol tradicional que se caracteriza por tener reglas simplificadas y un campo de juego más pequeño. La variante está diseñada para ser más accesible y rápida, lo que la hace ideal para la educación física, la recreación y el alto rendimiento en comunidades con espacio limitado.
Se trata de un juego dinámico, con acciones ofensivas y defensivas constantes. El espacio de juego tiene las mismas características que el cuadro de un terreno de béisbol tradicional, pero se delimita por una cerca perimetral con medidas, que oscilan entre 90 centímetros y un metro de alto.
La iniciativa, con casi un lustro de nacida, ha sido materializada en el combinado deportivo Mártires de Girón, en el municipio habanero de Playa, donde es de amplio disfrute de niños, jóvenes y adultos mayores.
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