Día Mundial del Medio Ambiente ¿Podemos vivir sin el arbolado urbano?

Cada cinco de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente

Por: Liliam López Cruz

La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, cada 5 de junio, es un llamado al cuidado y preservación de nuestra casa verde y de todo aquello que la conforma. A propósito de la fecha, me parece oportuno referirme al constante riesgo al que son sometidas las especies forestales de La Habana en cuanto a su conservación.

Contrario a las acciones que se realizan en muchas ciudades del mundo para la gestión sostenible del arbolado urbano, en varias zonas de la urbe, lamentablemente, ya se hace cotidiano el tener menos árboles en las avenidas, parques y plazas. Los árboles producen oxígeno, purifican el aire, forman suelos fértiles, evitan erosión, mantienen limpios los ríos y sirven como refugio para especies de la fauna y otras criaturas.

La Constitución de la República de Cuba refrenda el papel del Estado en la protección de los recursos naturales y del medio ambiente, así como el derecho a vivir en un entorno sano. Sin embargo, este último depende -en gran medida- de la responsabilidad personal y de quienes contribuyen de manera legislativa a hacer cumplir lo estipulado en la ley,

Expertos capitalinos en el tema señalan que la tala en el entorno urbano está prohibida, y de manera excepcional se autoriza cuando sea necesario sustituir un madero por plaga, por enfermedad o por representar un peligro. Las delegaciones de la Agricultura territorial son las designadas a emitir los permisos para realizar este tipo de acción o de poda, con previa visita al lugar para su certificación.

En este sentido, los analistas coinciden en la necesidad de trabajar en una mejor estrategia de comunicación para revertir este problema, que tanto daño hace al ecosistema.

Las especies forestales juegan un papel primordial en la belleza paisajística, la remoción de carbono atmosférico y la regeneración de nutrientes para el suelo. De nosotros depende, no exponerlas a una agresión hostil ya que los árboles son fuente de vida y estética en la ciudad y el ornato público.


 

LLHM



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