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| Imagen tomada de Cubadebate. |
Por: Abel Rosales Ginarte
Los titanes escogen cualquier sitio del mundo para nacer. La Habana tiene el privilegio de contar entre sus hijos a Luis Orta, luchador cubano de los 67 kilogramos (kg).
Consagrado como el mejor luchador grecorromano del año 2023, según la Unión Mundial de Luchas (UWW, siglas en inglés), Orta suma un nuevo triunfo a su ya impresionante desempeño.
Fue campeón olímpico de Tokio 2020, el título del Campeonato Mundial celebrado en Belgrado, Serbia, el pasado mes de septiembre, le otorgó más que otra medalla, el cariño multiplicado de todos los cubanos.
Cada triunfo del luchador habanero arranca emocionados aplausos entre los suyos. Su fuerza y entrega nos recuerda a los titanes que entienden que han nacido para el combate.
Los Juegos Centrocaribeños celebrados en San Salvador y los Panamericanos de Santiago de Chile, advirtieron al mundo la presencia de un cubano que en 2023 ha levantado su centro.
Capacidad física, destreza y dominio de la técnica definen el liderazgo de Orta en cada combate. Hoy La Habana celebra, especialmente en la barriada de la Güinera de donde es oriundo el joven luchador.
Su sinceridad en diálogo con los medios de comunicación estremece: "Creo que es algo muy importante que el deporte en Cuba lo puede practicar cualquier persona desde niño sin tener en cuenta su nivel social y económico, y gracias a eso he podido llegar hasta lo que soy hoy en día. Tengo mucho que agradecerle al Comandante en Jefe Fidel Castro (1926-2016) que fue el principal promotor de que el deporte fuera un derecho del pueblo y a partir de ahí surgieron muchos campeones en distintos niveles".
Los titanes escogen cualquier sitio del mundo para nacer. Por eso La Habana celebra el nuevo triunfo de uno de ellos, el que arranca emociones con sus gestos tras cada triunfo, el que regresa con los suyos después de cada combate.
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AMC