Por: Redacción Digital
«Siempre serán bienvenidos quienes respeten y defiendan el suelo que los vio nacer y los formó con amor», escribió por estos dÃas, en la red social x, el Presidente cubano Miguel DÃaz-Canel Bermúdez, quien confirma asà el compromiso de la máxima dirección del paÃs con un evento que tiene el propósito de estrechar los lazos de la Isla con sus connacionales en el exterior.
Dando continuidad a un proceso iniciado hace varias décadas, bajo el liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, esta será la iv edición de estos encuentros, y reunirá a más de 400 participantes entre el sábado y el domingo próximos.
Temas como la emigración, la cultura y la identidad, el desarrollo económico y las inversiones, con énfasis en las oportunidades de participación de cubanos en los procesos socioeconómicos que tienen lugar en la actualidad, formarán parte de la agenda. No se impartirán conferencias, y las sesiones van a estar divididas por momentos: habrá información en los dos sentidos —del Gobierno y de los participantes— e intercambios en los que fluirá mucho mejor la comunicación, han dicho los funcionarios de la CancillerÃa.
Una Cuba distinta a la que acogió hace 19 años la última Conferencia La Nación y la Emigración abrirá sus puertas nuevamente al diálogo constructivo y al deseo de edificar entre todos una Patria mejor.
No obstante, a pesar de la compleja situación económica que atraviesa el paÃs, bajo un bloqueo recrudecido de manera demencial por las administraciones estadounidenses y su impacto inevitable en la vida diaria de su población, es esta una nación que ha logrado avances significativos en el ámbito social, y que sigue en transformación.
En el tiempo transcurrido desde la edición anterior, el fortalecimiento de los vÃnculos entre Cuba y los cubanos en el exterior ha sido continuo. Asà lo prueban, por ejemplo, las sucesivas actualizaciones de la polÃtica migratoria, realizadas en 2013, 2016 y 2018, y las medidas anunciadas hace algunos meses en relación con la validez, prórroga y arancel del pasaporte cubano.
También, en sentido inverso, el apoyo de los cubanos residentes en otras latitudes durante los momentos más crÃticos de la pandemia y el envÃo de toneladas de insumos médicos, o el creciente interés por llevar adelante proyectos de inversiones, negocios y cooperación.
No es casual que en sus visitas de trabajo al exterior, el Presidente DÃaz-Canel siempre haga un espacio para reunirse con los cubanos residentes en esos paÃses, ni que una y otra vez en esos encuentros se hable de tender puentes y no muros. De aquello que nos une, a pesar de las diferencias, de los sentimientos de amor hacia Cuba y el deseo común de trabajar por ella, se tratan estos eventos.
Asà promete ser también en esta oportunidad, aun cuando muchos de los participantes no estuvieron en los diálogos anteriores, y a diferencia de las otras ocasiones, alrededor de la mitad de ellos tiene residencia en nuestro paÃs y en el exterior, gracias a la modificación de la polÃtica migratoria y a la nueva Constitución.
Por ello, probablemente, los enemigos jurados de la Revolución Cubana no vean con buenos ojos este tipo de acercamientos, y sobre todo el hecho de que los hijos de esta tierra que hoy residen en otras partes del mundo tributen con sus sentimientos y sus saberes al desarrollo de su Patria.
Nada nuevo para una Isla que ha vivido durante décadas bajo el asedio de quienes azuzan contra ella resentimientos y odios, y aun asà sigue insistiendo en aquella fórmula del amor triunfante que nos legara MartÃ: «Con todos, y para el bien de todos».
LLHM