Rita Montaner. Foto tomada de Cubadebate. |
Por: Redacción Digital
La Habana, como una de las 15 provincias de Cuba, cuenta con historias, anécdotas, hechos y procesos que no se detienen, para demostrar su vitalidad.
En fecha como esta, pero en diversos años, en la Ciudad Maravilla tuvieron lugar distintos acontecimientos que marcan su devenir y que resultan de gran interés para los usuarios que visitan nuestro blog institucional.
Por ejemplo, en 1927, Rita Montaner estrena en el Teatro Regina (Cine Jigüe), el sainete Niña Rita o La Habana en 1830, de Lecuona y Eliseo Grenet, con texto de Riancho y Castells, donde representa el personaje de José Rosario, calesero, e interpreta el después famoso tango congo ¡Ay!, Mamá Inés.
Además, actuó en La tierra de Venus, con música de Lecuona y texto de Primelles, en la que interpreta a Siboney, según reseña la enciclopedia EcuRed.
Luego, en 1933, la policÃa reprime una manifestación popular y asesina en la capital a Francisco "Paquito" González Cueto, lÃder de la Organización Pioneril de Cuba.
De acuerdo con EcuRed, en la calle Reina Número 403 hizo guardia de honor junto a otros pioneros, pero cuando los dirigentes de la Liga Antiimperialista los sacaron del local hacia una casa donde no corrieran peligro, Paquito se fue sin ser visto y portando un cartel donde se leÃa: "Abajo el imperialismo", se situó frente al lugar de donde saldrÃa el entierro de Julio Antonio Mella.
Asà murió aquel niño ejemplar, que nacÃa al mismo tiempo para la gloria, para la inmortalidad, porque se convirtió en una bandera de lucha que hoy y siempre será un sÃmbolo glorioso para los pioneros.
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Juan Marinello, Mirta y Sergio Aguirre con las cenizas de Mella en el Panteón Dolores, de México. Foto tomada del periódico Granma. |
Por otra parte, en ese mismo año, llegan a la ciudad, repatriados desde México, los restos mortales de Mella.
Para presidir la delegación cubana se escogió al doctor Juan Marinello Vidaurreta, respetable intelectual y militante comunista, quien desde hacÃa seis meses se encontraba exiliado en la nación centroamericana, detalló en un reporte el periódico Granma.
Custodiadas por la multitud, se trasladaron hasta el local de la Liga Antiimperialista, en las calles Reina y Escobar, para su velatorio. Una balacera originada por el ejército interrumpió la luctuosa ceremonia.
En medio del asalto, Juan Blanco y su esposa lograron tomar y ocultar las cenizas hasta 1935, cuando, por motivos de seguridad, se las entregaron a Marinello. Luego otros compañeros las custodiaron.
Posteriormente, en 1962, cuando Marinello se desempeñaba como rector de la Universidad de La Habana, se las entregó al entonces Comandante Raúl Castro Ruz, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
De igual forma, en el 2000, es recibido en el Aeropuerto Internacional José Martà un grupo de atletas al regresar de los Juegos OlÃmpicos de Sydney. Las palabras centrales fueron pronunciadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
En aquella oportunidad, el lÃder histórico de la Revolución saludó a Michel EnrÃquez, integrante de la selección beisbolera que finalizó en segundo lugar.
Foto tomada del sitio web Fidel Soldado de las Ideas. |
Fuentes consultadas: Enciclopedia cubana EcuRed, periódico Escambray y sitio web Cubaperiodistas
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