G77: Los ecos del Sur

 

Por: ABEL ROSALES GINARTE

La Cumbre del G77 trajo a La Habana el ímpetu de distintas voces del mundo que evocaron la unidad y el deseo de un mundo mejor.

A pesar de los intentos por silenciar el evento con complicados algoritmos de las redes sociales, escuchamos el reclamo mundial de cambiar la arquitectura financiera y la gestión de la ciencia y la tecnología en función del desarrollo de los pueblos del Sur.

La Habana ha dialogado con el mundo desde una cumbre que nos trajo de vuelta a la isla al presidente de Brasil, Luis Inacio Lula, quien en su discurso abogó por sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y acabar con el bloqueo, justo como lo hicieron otros dirigentes mundiales.

Heterogéneo y diverso, el Grupo de los 77 es la mayor organización intergubernamental de países en desarrollo en las Naciones Unidas. Su misión, establecida desde su surgimiento en 1964, de promover la cooperación Sur-Sur para el desarrollo, es vital.

La reunión extraordinaria analizó los desafíos frente a los grandes monopolios que manejan el desarrollo científico-técnico del mundo, con la terrible experiencia de la pandemia de la Covid-19 de fondo.

Aprendimos mucho de otras realidades y pensamos en las vías para mejorar la nuestra. El legado de la Cubre del G77 en La Habana ha comenzado su avance con los acuerdos establecidos y el regreso de las autoridades de los más de 100 países que integran el grupo.

Buena parte de lo analizado aparece en la aplicación móvil creada por la Unión de Informáticos de Cuba en español, inglés y francés. El lema del encuentro "Los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación", seguirá palpitando en las voces de los seres de buena voluntad del mundo. Los ecos del Sur se multiplican desde La Habana.

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