Ciencia cubana: por la senda de la esperanza

Foto tomada del sitio web del MINSAP


Por: Ania González Rodríguez 

Esta es noticia aún fresca y sumamente alentadora: “en este momento se realizan en Cuba estudios muy relevantes para la atención y calidad de vida de su pueblo”. 

Se trata de un secreto a voces, llegado desde el más reciente y ya habitual encuentro de la máxima dirección del país con expertos y científicos para temas de salud. Pero ¿qué estudios son estos?

Son 104 ensayos clínicos en desarrollo, que abarcan áreas como el cáncer, la COVID-19 y las infecciones. Con ello, Cuba ratifica su capacidad científica en el área médico-investigativa, sobre todo porque estos logros se producen a pesar de las limitaciones materiales que ralentizan los ensayos, fundamentalmente, a causa del bloqueo de Estados Unidos contra la Isla.

Muchos tienen antecedentes positivos, por las experiencias de su uso en la batalla contra la Covid 19, y además está la Jusvinza, para el tratamiento de la Artritis Reumatoide, y los ensayos vinculado al uso de NeuroEPO en Alzheimer y en Ataxia.

Valdría la pena enumerar especificidades de lo que pueden considerarse impactos relevantes, y que son hoy una inyección de optimismo para la ciencia cubana:

  • Se desarrolla la vacuna antineumocócica, con una intervención en Cienfuegos que ya cuenta con más de mil niñas y niños vacunados; y el Cimavax-EGF en escenario preventivo de cáncer de pulmón, en el que están incluidos más de 30 pacientes.
  • Cerca de 20 ensayos están relacionados con la COVID-19, más de diez con el área de las infecciones, más de 30 se vinculan al cáncer y más de 40 a la clínica.
  • Según los tipos de productos, 60 son ciento por ciento biológicos, 18 son de productos naturales, 17 son vacunas, cinco giran en torno a equipos y dispositivos médicos, y otros son de base químico-farmacéutica.
  • En el Protocolo Nacional de Actuación, el 85 por ciento de los productos son de producción cubana y apuestan por una innovación regulatoria, en función de acortar los tiempos, sin afectar la calidad del dato clínico.
AMC

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