Alfredo Torroella. Foto tomada del Portal José Martí. |
Por: Redacción Digital
La Habana, como una de las 15 provincias de Cuba, cuenta con historias, anécdotas, hechos y procesos que no se detienen, para demostrar su vitalidad.
En fecha como esta, pero en diversos años, en la Ciudad Maravilla tuvieron lugar distintos acontecimientos que marcan su devenir y que resultan de gran interés para los usuarios que visitan nuestro blog institucional.
Por ejemplo, en 1845, nace en la otrora Villa de Pepe Antonio el periodista y escritor Alfredo Torroella y Romaguera, quien colaboró con varias publicaciones habaneras y formó parte de la directiva del Liceo de Guanabacoa.
Según reseña la Agencia Cubana de Noticias, durante la Guerra de los Diez Años, él se estableció en México, donde conoció a José Martí y entablaron amistad. Ya enfermo regresó a Cuba en 1878 y falleció en enero de 1879.
Luego, en 1931, la policía del dictador Gerardo Machado asesina al capitán del Ejército Libertador, Arturo del Pino, mientras custodiaba un depósito de armas en la capital.
Como parte de las agresiones perpretadas desde los Estados Unidos contra la Isla, en 1961, a las 15:40 (hora local), despega del aeropuerto de Rancho Boyeros un avión C-46 de la empresa Aerovías-Q, que regularmente cubría la ruta La Habana-Nueva Gerona, con 48 pasajeros, tres tripulantes y dos escoltas a bordo.
De acuerdo con la enciclopedia EcuRed, "minutos después, cinco o seis terroristas intentan secuestrar el avión para desviarlo a Miami y matan al piloto, Luis Álvarez Regato, y a un escolta, Silvino Rómulo Sánchez Almaguer. El copiloto aterriza la nave y los terroristas escapan, excepto uno, que es muerto en la huida".
Además, en 1963, Fidel Castro Ruz clausura el Segundo Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en el teatro Charles Chaplin de la capital.
En aquella oportunidad, el líder de la Revolución expresa: "Lo que nadie con sus propias fuerzas podría hacer, lo puede hacer el esfuerzo de todos. Lo que es imposible para el individuo aislado, jamás será imposible para una nación, para el esfuerzo unido de todos los trabajadores de una nación".
Por otra parte, en 1971, una delegación de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) visita el Hospital Oncológico de La Habana.
En 1999, específicamente en la graduación del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la urbe, el Comandante en Jefe manifiesta que "el poder médico de un país no se mide solo por el número de médicos, sino por la forma en que se formaron esos médicos".
Igualmente, destaca el impacto humano y solidario, la influencia que ejerce la presencia de los galenos cubanos que prestan servicios de manera gratuita, a través de programas como los que se llevan a cabo en Centroamérica, Haití y algunos países de África.
Fuentes consultadas: Enciclopedia cubana EcuRed, Agencia Cubana de Noticias y sitio web Cubaperiodistas
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