Historias panamericanas: un campeón de bolsillo y el sorpresivo Tinoco

Joseph de Pietro. Foto: Panam Sports. 

Por: Víctor Joaquín Ortega


Los Primeros Juegos Panamericanos tuvieron lugar en Buenos Aires, en 1951. Allí, el pesista Joseph de Pietro es el favorito en la división gallo. En los Juegos Olímpicos de Londres 1948 no solo se impuso en esa categoría con triatlón de 307.5 kilogramos, sino que impuso nuevo récord mundial.

Sus rivales más difíciles, el inglés Creus y Tom, el otro norteamericano actuante en ese peso, debieron conformarse con la plata y el bronce al totalizar 297.5 y 295, respectivamente.

En 1951 no se equivocaron los expertos: De Pietro, sin esforzarse mucho, con 282.5, dejó en segundo puesto a en la lid de la capital argentina al cubano José Crespo y el mexicano Marcelino Salas, quienes lograron sumar en los tres movimientos 262.5 y 257.5, en ese orden. Era demasiado fuerte y técnico para ellos.

Pero hay otra marca de Joseph todavía vigente en el ámbito olímpico y el panamericano: es el titular más pequeño con un metro y 42 centímetros —4 pies y 19 pulgadas—, según asegura el historiador cubano José Bermúdez Brito en su libro Por los caminos del olimpismo. Vaya, De Pietro, un acorazado de bolsillo.

Turno ahora para el pentatlón moderno. No podía faltar esta competencia en la primera gran fiesta del continente. Pierre de Coubertin luchó para incluirla en la justa rescatada por él y por fin estuvo presente en Estocolmo 1912. Esta disciplina es un homenaje a los famosos correos de la antigüedad.

Sobre el asunto, así se expresa el español Juan Fauria en su texto Historia de los Juegos Olímpicos Modernos: “Coubertin quería dignificar y revivir el célebre correo que debía trasmitir un mensaje en un tiempo mínimo con un caballo difícil —los caballos son sorteados entre los participantes— debía franquear obstáculos, correr cuando el caballo no podía más, nadar para franquear un río, disparar si encontraba algún enemigo y luchar a espada si la ocasión lo obligaba”.


En la batalla de la capital argentina, el estadounidense James Thompson y el local Enrique Rettberg se repartieron los triunfos en las pruebas iniciales y todo parecía indicar que uno de los dos sería el titular.

No fue así. El vencedor fue Eric Tinoco, de Brasil, sin ser el mejor en cada una de ellas, pero lo hizo con calidad y en menos tiempo en general para conseguir 25 puntos, por 28 el de Estados Unidos y 31 el anfitrión (a menor cantidad de unidades, mejor desempeño).

Por equipos, los de Norteamérica se llevaron el cetro: Thompson, Troy y Willson con 103 rayas, seguidos de Tinoco y sus compatriotas Antonio Alves y Eduardo Mederos (107), con los gauchos en tercero por intermedio de Rettberg, Enrique Velázquez y Antonio Rodríguez (111).

Tinoco recuerda un viejo refrán: “No van lejos los de adelante si los de atrás corren bien”.

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