Foto: Jit. |
Por Redacción Digital
Los dos primeros títulos cubanos en el atletismo de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe resultaron un bálsamo ante la lesión sufrida por el saltador de longitud Maykel Massó, nada más debutar.
El santiaguero y los seguidores del Deporte Rey querrán olvidar el mal rato vivido bajo la persistente lluvia en el Estadio Nacional Jorge “El Mágico” González, pero a la vez recordarán la emocionante carrera de Zurian Hechevarría en los 400 metros con vallas y la lección de hidalguía que regaló el joven Alejandro Parada en el tanque de saltos.
Horas antes de cumplir los 19 años de edad, asumió el vacío dejado por su compañero, y como si se estirara hacia la adultez rescató un título que parecía diluirse.
“La verdad todavía no me repongo de lo que pasó con mi ídolo”, dijo con los ojos húmedos en referencia a la desafortunada entrada de Massó a la tabla, que desencadenó una grave lesión de rodilla.
“Fue muy doloroso ver a un atleta de su nivel lesionarse así. Lo hice por él y por el equipo de salto de Cuba”, añadió el santiaguero minutos después de conseguir su primer cetro a este nivel con brinco de 7,88 metros.
Algunos pudieran pensar que el muchacho se impuso con una marca discreta, lo cual no se traduce en falta de nivel en la competencia. Se trató más bien de los estragos del clima, al que también tuvo que imponerse Parada para concretar su exitoso estreno en estas lides.
“Tuvimos que poner nuestra profesionalidad por encima de todo. No solo yo, también el profesor Daniel Osorio que se mantuvo cerca, siempre guiándome, a pesar de todo lo ocurrido”, agregó el subtitular mundial juvenil en 2022.
El jamaicano Yordan Turner (7,65 metros) y el dominico Tristan James, con idénticos registros, terminaron en poder de las medallas de plata y bronce, en ese orden.
Zurian (55.52 segundos) protagonizó una emocionante vuelta al óvalo sobre las vallas, que desbarató las predicciones que colocaban a la panameña Woodruff (56.15) como la favorita para ocupar el trono.
La también indómita atacó el último obstáculo con suficientes metros por delante para relegar a la itsmeña a la segunda posición. La costarricense Rojas (56.82) completó el podio.
Todavía con la respiración entrecortada por el esfuerzo, Zurian confirmó que su estrategia fue mejorar poco a poco, pero siempre mentalizada en que podía imponerse.
“Pasé por varias adversidades en los últimos tiempos, pero me propuse mejorar el bronce conseguido en Barranquilla 2018. Siempre es diferente correr bajo la lluvia, a lo que me sobrepuse mentalmente. Mis pensamientos fueron todo el tiempo positivos”, reveló ante los medios.
La corredora reconoció que las malas condiciones no le afectaban solo a ella, sino también a sus rivales... “Le saqué partido a la situación, aproveché mis fuerzas para hacer mi estrategia desde el principio”, aseguró.
Su entrenador, Ricardo Molina, siguió atento el breve encuentro con la prensa y aseguró que el factor clave del triunfo estuvo en la fuerza que mostró durante la carrera.
Las celebraciones cubanas pudieron extenderse con el decatlón, pero la discreta incursión de Yancarlos Hernández en la carrera de mil 500 metros le separó del podio. A ese momento llegó instalado en la tercera posición, sin opciones de mejorar una medalla que finalmente se le escurrió.
Con lo conseguido en ese final, el puertorriqueño Yariel Soto y al dominicano José Paulino compartieron con 7 mil 762 puntos el metal bronceado, como escoltas del también boricua Owens (8 281) y el bahamés Ken Mulins (8 060), medallistas de oro y plata, respectivamente. El ganador hizo trizas una plusmarca para los juegos de 25 años, hasta ese momento en poder del cubano Raúl Duany (8 118).
Rosemary Almanza y Sahily Diago dominaron, con más inteligencia que potencia, sus series de los 800 metros y se instalaron en la final. A pesar de llegar último a la meta, la actuación del joven Yoao Illas en la carrera decisiva de los 400 metros con vallas no puede considerarse un mal resultado, pues los 50.00 segundos marcados constituyen su tope personal.
Las malas condiciones ambientales no impidieron una prueba de alto calibre, en la que el resto de los corredores bajó de los 50 segundos. La mayoría de los presentes recibieron como mejor regalo el triunfo del salvadoreño Pablo Ibáñez (49.34).
Este miércoles se iniciará el heptatlón. Adriana Rodríguez defenderá su reinado de hace cinco años. La debutante Marys Paterson está lista para acompañarla. También habrá presencia cubana en el martillo para hombres, las eliminatorias de los 200 metros en ambos sexos y el disco para varones.
El plato fuerte de la jornada será el triple salto con la recordista mundial y olímpica, la venezolana Yulimar Rojas, quien intentará su primer triunfo. Las cubanas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea saldrán a darle batalla.
Tomado de Jit
Horas antes de cumplir los 19 años de edad, asumió el vacío dejado por su compañero, y como si se estirara hacia la adultez rescató un título que parecía diluirse.
“La verdad todavía no me repongo de lo que pasó con mi ídolo”, dijo con los ojos húmedos en referencia a la desafortunada entrada de Massó a la tabla, que desencadenó una grave lesión de rodilla.
“Fue muy doloroso ver a un atleta de su nivel lesionarse así. Lo hice por él y por el equipo de salto de Cuba”, añadió el santiaguero minutos después de conseguir su primer cetro a este nivel con brinco de 7,88 metros.
Algunos pudieran pensar que el muchacho se impuso con una marca discreta, lo cual no se traduce en falta de nivel en la competencia. Se trató más bien de los estragos del clima, al que también tuvo que imponerse Parada para concretar su exitoso estreno en estas lides.
“Tuvimos que poner nuestra profesionalidad por encima de todo. No solo yo, también el profesor Daniel Osorio que se mantuvo cerca, siempre guiándome, a pesar de todo lo ocurrido”, agregó el subtitular mundial juvenil en 2022.
El jamaicano Yordan Turner (7,65 metros) y el dominico Tristan James, con idénticos registros, terminaron en poder de las medallas de plata y bronce, en ese orden.
Zurian (55.52 segundos) protagonizó una emocionante vuelta al óvalo sobre las vallas, que desbarató las predicciones que colocaban a la panameña Woodruff (56.15) como la favorita para ocupar el trono.
La también indómita atacó el último obstáculo con suficientes metros por delante para relegar a la itsmeña a la segunda posición. La costarricense Rojas (56.82) completó el podio.
Todavía con la respiración entrecortada por el esfuerzo, Zurian confirmó que su estrategia fue mejorar poco a poco, pero siempre mentalizada en que podía imponerse.
“Pasé por varias adversidades en los últimos tiempos, pero me propuse mejorar el bronce conseguido en Barranquilla 2018. Siempre es diferente correr bajo la lluvia, a lo que me sobrepuse mentalmente. Mis pensamientos fueron todo el tiempo positivos”, reveló ante los medios.
La corredora reconoció que las malas condiciones no le afectaban solo a ella, sino también a sus rivales... “Le saqué partido a la situación, aproveché mis fuerzas para hacer mi estrategia desde el principio”, aseguró.
Su entrenador, Ricardo Molina, siguió atento el breve encuentro con la prensa y aseguró que el factor clave del triunfo estuvo en la fuerza que mostró durante la carrera.
Las celebraciones cubanas pudieron extenderse con el decatlón, pero la discreta incursión de Yancarlos Hernández en la carrera de mil 500 metros le separó del podio. A ese momento llegó instalado en la tercera posición, sin opciones de mejorar una medalla que finalmente se le escurrió.
Con lo conseguido en ese final, el puertorriqueño Yariel Soto y al dominicano José Paulino compartieron con 7 mil 762 puntos el metal bronceado, como escoltas del también boricua Owens (8 281) y el bahamés Ken Mulins (8 060), medallistas de oro y plata, respectivamente. El ganador hizo trizas una plusmarca para los juegos de 25 años, hasta ese momento en poder del cubano Raúl Duany (8 118).
Rosemary Almanza y Sahily Diago dominaron, con más inteligencia que potencia, sus series de los 800 metros y se instalaron en la final. A pesar de llegar último a la meta, la actuación del joven Yoao Illas en la carrera decisiva de los 400 metros con vallas no puede considerarse un mal resultado, pues los 50.00 segundos marcados constituyen su tope personal.
Las malas condiciones ambientales no impidieron una prueba de alto calibre, en la que el resto de los corredores bajó de los 50 segundos. La mayoría de los presentes recibieron como mejor regalo el triunfo del salvadoreño Pablo Ibáñez (49.34).
Este miércoles se iniciará el heptatlón. Adriana Rodríguez defenderá su reinado de hace cinco años. La debutante Marys Paterson está lista para acompañarla. También habrá presencia cubana en el martillo para hombres, las eliminatorias de los 200 metros en ambos sexos y el disco para varones.
El plato fuerte de la jornada será el triple salto con la recordista mundial y olímpica, la venezolana Yulimar Rojas, quien intentará su primer triunfo. Las cubanas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea saldrán a darle batalla.
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