Una Casa de 16 años

 

La Casa del Vedado abrió sus puertas al público el 11 de julio del 2007. Foto: Nestor Martí

Por: Leydis Luisa Mitjans 

La Casa del Vedado -centro cultural y museo inaugurado en el año 2017- celebró, recientemente, 16 años de fundada.

Construida en 1921, y, al decir de los expertos cubanos, reproduciendo los códigos arquitectónicos del eclecticismo europeo de la segunda mitad del siglo XVIII, difiere del conjunto arquitectónico característico de la ciudad de La Habana en esa época.

De acuerdo con una reseña de Radio Habana Cuba, bajo la dirección facultativa del arquitecto José Roselló, las obras se realizadaron en tan solo 204 días, abarcando una superficie fabricada de 408 metros que contienen jardines, recibidor, sala, saleta despacho, holl, 3 dormitorios, comedor, cocina y garaje.

Perteneciente a la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, la casa rememora el modo de vida de las familias que residieron en El Vedado, así como la historia y tradiciones de la localidad desde 1859. 

De hecho, para la inauguración no solo se reparó la Casa, sino que fueron restaurados, en la medida de lo posible, sus detalles originales. Y, en ese sentido, su programa sociocultural se orienta a la conservación de los bienes muebles e inmuebles que, por sus caracterísitcas y/o historia que atesoran poseen un valor patrimonial.

Ubicada en la calle 23 # 664 entre D y E, “La Casa del Vedado, abrió sus puertas al público el 11 de julio del 2007, por idea del Historiador de la Ciudad Dr. Eusebio Leal Spengler, con una nueva propuesta que opta por mostrar una ambientación detallada del inmueble que permite recrear a través de sus espacios el modo de vida de una familia cubana de clase media que se asentó en esta parte de la ciudad durante las primeras décadas del siglo XX”, reseña Raúl Abreu.

“En 1921 se levantó esta casa para Angelita Campos y José Ramón Ribon, accionista de la joyería Cuervo y Sobrinos. Su empleada la cuidó hasta entregarla al Historiador de la Ciudad que la convirtió en el museo Casa del Vedado para disfrute de sus visitantes. Del mobiliario a los adornos, del fonógrafo al Chevrolet 1927, de la cafetera al refrigerador, del interior al patio y al bucólico traspatio, podemos reconstruir la ambientación de un hábitat burgués de los años de "las vacas gordas". Una muestra del buen gusto de Eusebio Leal quien orientó no cobrar la entrada a este museo tan peculia”, escribió en su perfil de Facebook Reynaldo Sánchez, profesor de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.

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