Foto: Jit.
Por Redacción Digital
Cuando Laura Moreira se colocó en el bloque de arrancada, en el Estadio Nacional Jorge “El Mágico” González todavía "flotaba" la lamentable imagen de la heptatlonista Adriana Rodríguez abandonando la prueba que lideraba cómodamente, debido a una lesión de rodilla.
En el momento que Enis Pérez tomó el batón para cubrir el segundo tramo, la momentánea ventaja disparó las expectativas y los cubanos olvidamos por unos segundos el infortunio.
La adrenalina siguió en ascenso mientras Yarima García completaba con limpieza el cambio e imprimía el máximo de velocidad en la curva. Con el sueño a metros de concretarse, nadie pudo mantenerse en sus asientos. Cuando Yunisleidy García entró a la meta victoriosa, en exactamente 43.17 segundos, estalló la euforia.
Cuatro muchachas nacidas en diferentes partes de la geografía cubana, todas debutantes y ninguna con más de 23 años de edad, habían puesto sus nombres en la historia del atletismo en la región, sumando un nuevo récord para la prueba.
Además se trata del tercer mejor tiempo para una posta cubana, solo superado por los firmados en el certamen mundial de Stuttgart 1993 (42.89 segundos) y en un mitin en Madrid en 2004 (43.07).
“El reto fue duro, porque otras postas tenían mejores marcas. Como arrancadora tuve la mayor responsabilidad de entregar parejo a mi compañera”, dijo Moreira ante los focos de la prensa.
Para Enis la victoria resultó de lo fuerte que se entrenaron. También recalcó que los atletas cubanos son una familia. En similar tono de felicidad se mostraron Yurima y Yunisleidy, convencidas de que la precisión en los cambios de batón resultó fundamental.
Hasta la zona de prensa llegó el embajador de Cuba en esta nación, René Ceballo, para conocer personalmente y felicitar a las muchachas que hicieron vibrar a la Isla.
Antes, Marys Patterson había protagonizado el giro de guion más inesperado en las pruebas combinadas, cuando parecía que en la misma camilla en que salía Adriana de la pista se iban las posibilidades de otro reinado para Cuba.
Sumamente estremecedora resultaron sus dos vueltas al óvalo, al ritmo necesario para la consagración. El acumulado de cinco mil 978 puntos superó en 18 los registrados por la colombiana Martha Araujo y la puertorriqueña Alysbeth Felix.
“Disfruté al máximo. Esta medalla se la dedico a mi compañera Adriana. Ella no la pudo ganar y por eso esta es para ella también”, declaró Patterson, quien confirma la fortaleza de las cubanas en la difícil especialidad.
“No se podía dejar que el título se fuera a otro país. Siempre ha estado en Cuba y con nosotros se queda”, confesó la también alumna de Gabino Arzola, quien antes llevó a reinados a la propia Adriana y Yorgelis, además del decatlonista Leonel Suárez.
Igual de vibrante y disfrutado estuvo el final de los mil 500 metros, un tenso pulso hasta la meta. La venezolana Joselyn Brea ratificó que nadie exhibió mejores condiciones en las pruebas de media distancia.
El endemoniado paso por la última curva le despejó la ruta hacia su tercer cetro acá, este en forma de récord para la justa. También sentenció la batalla con las cubanas Sahily Diago (4:11.07) y Daily Cooper (4:11.25), a las que además de las medallas de plata y bronce, en ese orden, les queda como consuelo haber estampado sus mejores marcas de la temporada.
Igual de satisfecha terminó Roxana Gómez, pues solo una sorpresa mayúscula le pondría por delante de la dominicana Marileidy Paulino en los 400 metros. No por gusto la quisqueyana es la vigente subcampeona mundial de la distancia.
Para espantar cualquier imprevisto, recorrió el tramo en 49.95 segundos, algo que no había hecho nadie antes en estas lides. Así borró de los libros la añeja marca de 50.56 segundos, impuesta en Medellín 1978 por la cubana Aurelia “Yeya” Pentón.
La disputa más ajustada quedó entonces entre Roxana (51.23) y la boricua Gabriela Scott (51.51), quien terminó con la presea de bronce. La otra cubana en esa carrera, Lisneidy Veitía, entró sexta con 53.52 segundos.
Los premios los completó la balista Laiselys Jiménez con un metal de bronce salido de sus 16,79 metros. Aquí otra de las debutantes cubanas, que reconoció no haberse acercado a sus mejores tiros, pero subir al podio lo compensó todo.
La dominicana Rosa Ramírez se ubicó en lo más alto del podio con 17,89 metros. Para la jamaicana Daniella Sloley quedó la plata con 16,81 metros.
A deber quedaron los pertiguistas de la Isla. Había esperanzas de que Eduardo Nápoles anclara en el podio, pero su máximo de 5,20 metros apenas le alcanzó para la cuarta plaza, dos por delante de su compatriota Andy Hernández (5,05).
En los 10 mil metros, Anisleidis Ochoa pasó la meta en cuarto lugar con marca personal de 34:13.61 minutos. La mexicana Laura Galván se coronó con récord para la cita de 33:12.28 minutos.
Este viernes será la despedida en El Mágico. Los cubanos tendrán acciones en varios eventos, aunque la atención recaerá en el triple salto con Lázaro Martínez y Cristian Nápoles, y en el disco con Silinda Morales.
Tomado de Jit
En el momento que Enis Pérez tomó el batón para cubrir el segundo tramo, la momentánea ventaja disparó las expectativas y los cubanos olvidamos por unos segundos el infortunio.
La adrenalina siguió en ascenso mientras Yarima García completaba con limpieza el cambio e imprimía el máximo de velocidad en la curva. Con el sueño a metros de concretarse, nadie pudo mantenerse en sus asientos. Cuando Yunisleidy García entró a la meta victoriosa, en exactamente 43.17 segundos, estalló la euforia.
Cuatro muchachas nacidas en diferentes partes de la geografía cubana, todas debutantes y ninguna con más de 23 años de edad, habían puesto sus nombres en la historia del atletismo en la región, sumando un nuevo récord para la prueba.
Además se trata del tercer mejor tiempo para una posta cubana, solo superado por los firmados en el certamen mundial de Stuttgart 1993 (42.89 segundos) y en un mitin en Madrid en 2004 (43.07).
“El reto fue duro, porque otras postas tenían mejores marcas. Como arrancadora tuve la mayor responsabilidad de entregar parejo a mi compañera”, dijo Moreira ante los focos de la prensa.
Para Enis la victoria resultó de lo fuerte que se entrenaron. También recalcó que los atletas cubanos son una familia. En similar tono de felicidad se mostraron Yurima y Yunisleidy, convencidas de que la precisión en los cambios de batón resultó fundamental.
Hasta la zona de prensa llegó el embajador de Cuba en esta nación, René Ceballo, para conocer personalmente y felicitar a las muchachas que hicieron vibrar a la Isla.
Antes, Marys Patterson había protagonizado el giro de guion más inesperado en las pruebas combinadas, cuando parecía que en la misma camilla en que salía Adriana de la pista se iban las posibilidades de otro reinado para Cuba.
Sumamente estremecedora resultaron sus dos vueltas al óvalo, al ritmo necesario para la consagración. El acumulado de cinco mil 978 puntos superó en 18 los registrados por la colombiana Martha Araujo y la puertorriqueña Alysbeth Felix.
“Disfruté al máximo. Esta medalla se la dedico a mi compañera Adriana. Ella no la pudo ganar y por eso esta es para ella también”, declaró Patterson, quien confirma la fortaleza de las cubanas en la difícil especialidad.
“No se podía dejar que el título se fuera a otro país. Siempre ha estado en Cuba y con nosotros se queda”, confesó la también alumna de Gabino Arzola, quien antes llevó a reinados a la propia Adriana y Yorgelis, además del decatlonista Leonel Suárez.
Igual de vibrante y disfrutado estuvo el final de los mil 500 metros, un tenso pulso hasta la meta. La venezolana Joselyn Brea ratificó que nadie exhibió mejores condiciones en las pruebas de media distancia.
El endemoniado paso por la última curva le despejó la ruta hacia su tercer cetro acá, este en forma de récord para la justa. También sentenció la batalla con las cubanas Sahily Diago (4:11.07) y Daily Cooper (4:11.25), a las que además de las medallas de plata y bronce, en ese orden, les queda como consuelo haber estampado sus mejores marcas de la temporada.
Igual de satisfecha terminó Roxana Gómez, pues solo una sorpresa mayúscula le pondría por delante de la dominicana Marileidy Paulino en los 400 metros. No por gusto la quisqueyana es la vigente subcampeona mundial de la distancia.
Para espantar cualquier imprevisto, recorrió el tramo en 49.95 segundos, algo que no había hecho nadie antes en estas lides. Así borró de los libros la añeja marca de 50.56 segundos, impuesta en Medellín 1978 por la cubana Aurelia “Yeya” Pentón.
La disputa más ajustada quedó entonces entre Roxana (51.23) y la boricua Gabriela Scott (51.51), quien terminó con la presea de bronce. La otra cubana en esa carrera, Lisneidy Veitía, entró sexta con 53.52 segundos.
Los premios los completó la balista Laiselys Jiménez con un metal de bronce salido de sus 16,79 metros. Aquí otra de las debutantes cubanas, que reconoció no haberse acercado a sus mejores tiros, pero subir al podio lo compensó todo.
La dominicana Rosa Ramírez se ubicó en lo más alto del podio con 17,89 metros. Para la jamaicana Daniella Sloley quedó la plata con 16,81 metros.
A deber quedaron los pertiguistas de la Isla. Había esperanzas de que Eduardo Nápoles anclara en el podio, pero su máximo de 5,20 metros apenas le alcanzó para la cuarta plaza, dos por delante de su compatriota Andy Hernández (5,05).
En los 10 mil metros, Anisleidis Ochoa pasó la meta en cuarto lugar con marca personal de 34:13.61 minutos. La mexicana Laura Galván se coronó con récord para la cita de 33:12.28 minutos.
Este viernes será la despedida en El Mágico. Los cubanos tendrán acciones en varios eventos, aunque la atención recaerá en el triple salto con Lázaro Martínez y Cristian Nápoles, y en el disco con Silinda Morales.
Tomado de Jit
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