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| Diseño: Alejandro Castro Acosta/Radio COCO. |
Por: David Hidalgo Illarramendi
Con la imposibilidad de soportar los males de la sociedad cubana de 1953 y la voluntad de construir una nación más humana y soberana marcharon los jóvenes revolucionarios aquel 26 de Julio hacia los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, siempre convencidos de que este movimiento revolucionario triunfaría.
De esta forma, y pese a todos los reveses, el Movimiento 26 de Julio significó un importante paso de avance en el enfrentamiento a la dictadura de Fulgencio Batista, en favor de la independencia, en la búsqueda de soluciones a los grandes problemas sociales del país y en la defensa de los derechos del pueblo.
Este hecho marcó para siempre la Historia de Cuba. Como lo expresan las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, el asalto fue el motor pequeño que impulsaría el motor grande de la lucha armada. Al mismo tiempo, influyó fuertemente en los métodos de lucha de los más amplios sectores de masas de la nación caribeña y permaneció para siempre en la esencia de los cubanos.
La celebración de esta jornada como el Día de la Rebeldía Nacional refrenda las tradiciones patrióticas de nuestro pueblo, las cuales, nos han acompañado desde 1868 y en la Cuba de hoy formaron parte de los extraordinarios esfuerzos en torno al enfrentamiento a la pandemia de Covid-19, y persisten ante un implacable bloqueo, agresiones que trascienden los marcos políticos, económicos, culturales, deportivos, digitales y las más difíciles situaciones.
Dice una conocida canción que “el 26 es el día más alegre de la historia”. Y lo es: cada 26 de Julio representa una gran ocasión para demostrar la voluntad de los cubanos de hacer y seguir hacia adelante mediante la inauguración de obras sociales, la realización de acciones en favor de las transformaciones integrales, aportar con logros en las diferentes esferas y extender nuestra mano solidaria a otros pueblos hermanos.
Este hecho marcó para siempre la Historia de Cuba. Como lo expresan las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, el asalto fue el motor pequeño que impulsaría el motor grande de la lucha armada. Al mismo tiempo, influyó fuertemente en los métodos de lucha de los más amplios sectores de masas de la nación caribeña y permaneció para siempre en la esencia de los cubanos.
La celebración de esta jornada como el Día de la Rebeldía Nacional refrenda las tradiciones patrióticas de nuestro pueblo, las cuales, nos han acompañado desde 1868 y en la Cuba de hoy formaron parte de los extraordinarios esfuerzos en torno al enfrentamiento a la pandemia de Covid-19, y persisten ante un implacable bloqueo, agresiones que trascienden los marcos políticos, económicos, culturales, deportivos, digitales y las más difíciles situaciones.
Dice una conocida canción que “el 26 es el día más alegre de la historia”. Y lo es: cada 26 de Julio representa una gran ocasión para demostrar la voluntad de los cubanos de hacer y seguir hacia adelante mediante la inauguración de obras sociales, la realización de acciones en favor de las transformaciones integrales, aportar con logros en las diferentes esferas y extender nuestra mano solidaria a otros pueblos hermanos.
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