Historias centroamericanas: Conrado Rodríguez, velocista dorado en San Salvador 1935

Foto: Centrocaribesports.com.

Por Víctor Joaquín Ortega


Con los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador al doblar de la esquina vale la pena recordar la labor cubana en la primera ocasión que esta ciudad acogió el certamen, en marzo de 1935, en la tercera edición del magno evento regional.

En la segunda oportunidad, en 2006, los dejamos sin la rumba al no asistir por culpa de la poquísima seguridad para nuestra delegación. Hubo entonces un clima de agresividad impulsado por Estados Unidos y permitido por un gobierno sumiso de aquel momento en la nación centroamericana.

La Mayor de las Antillas, a pesar de las enormes dificultades económicas y políticas sufridas por el país, realizó una digna actuación en 1935 al acumular 31 medallas de oro, 30 de plata y 34 de bronce, solo superada por México (37-20-21). 

Bebamos de aquellas aguas en busca de nuestros protagonistas, al calor de las sabias palabras de la escritora Nancy Morejón: “Pienso que nadie puede expresarse ni ser honesto consigo mismo si no mira hacia atrás, si no sabe quién es, de dónde viene”.

Conrado Rodríguez encabeza la lista de los más brillantes de la delegación antillana en aquella justa y en general fue uno de los más destacados de todo el certamen. Conquistó tres galardones dorados: en 100 metros planos con 10. 7 segundos, en 200 con 22.0 y al formar parte del conjunto triunfador en el relevo corto junto a José Acosta, Alberto Torriente y Norberto Verrier: 43.2. Los tres resultados mejoraron la marca del clásico.

El propio Conrado, en La Habana 1930, había logrado oro en el relevo, Su gran salto fue en El Salvador. Su colega Verrier fue el monarca en salto largo con 6.66 metros.

Hay que ir por las piscinas para observar los logros de las nadadoras cubanas, sobre todo la librista Maura Carlota Llanio, la más rápida con 1:15.8 minutos en los 100 metros, seguida de Olga Luque y Margaret Chapman.

Olga, hija del legendario beisbolista Adolfo Luque, también regaló preseas doradas en 100 metros de espalda y pecho, así como en el relevo libre junto a Margot Blanco, Chapman y Elcira Loret. ¡Vaya que sí bailamos son en El Salvador 1935!

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