Balonmanistas cubanas gritaron ¡oro! a medianoche

Foto: Jit.

Por Redacción Digital


Regresar al centro del podio era una deuda para las balonmanistas cubanas que fue saldada en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, con una demostración de poderío ante Puerto Rico en una final que recordarán sus protagonistas por muchísimo tiempo.

Las boricuas habían salido airosas en el duelo particular durante el tramo clasificatorio, una “espinita” devenida motivo más para la dirigidas por Jorge Coll, que nunca salieron como favoritas al tabloncillo del Multigimnasio Don Bosco, en Sal Salvador.

Un primer tiempo de altibajos, que terminó favorable a las de la Isla del Encanto por 14-12, desató las preocupaciones de muchos, pero nunca las cubanas cayeron en la espiral de la desesperación.

La historia cambió muy poco durante la segunda mitad del choque de este jueves, con cada elenco intercambiando goles como si fuese un cuer depo a cuerpo, hasta unos minutos finales de alta tensión, cuando las nuestras sellaron el empate a 26 que forzó el tiempo extra.

Diez minutos divididos a partes iguales alcanzaron a las cubanas para tocar la gloria. La tensión fue extrema hasta el último segundo, cuando una extraordinaria parada de la portera Niurkis Mora evitó una nueva paridad y comenzó la celebración. El pizarrón, con el definitivo 29-28, fue testigo de gritos de euforia, lágrimas de alegría y euforia...

“Este es un trabajo que llevamos haciendo desde hace siete años y aquí están los resultados», dijo Coll tras la catarata de abrazos que le dejó casi sin respiración. Sus niñas acababan de regresar al trono que habían conquistado en Veracruz 2014.

Aunque fue un trabajo de equipo, nada hubiese sido posible sin la descomunal actuación de Gleinnys Reyes, autora de 15 goles, y de Niurkis, una fiera bajo los tres palos.

“En realidad todas somos buenas defensoras y creo que eso fue lo principal hoy. Mis compañeras me facilitaron el trabajo desviando muchas bolas”, aseguró la arquera y también capitana del equipo, quien nunca dejó de arengar al resto de las muchachas mientras defendía con uñas y dientes cada disparo de las rivales.

“El trabajo se basó en cerrar el medio del terreno, porque ellas cuentan con una pívot que tiene mucha experiencia, mucha maña y podía hacernos daño por ahí”, reconoció Niurkis con la medalla en su pecho y emocionada como el resto del grupo.

Las cubanas firmaron en el duelo una efectividad del 61 por ciento de los tiros a portería, que terminó estableciendo la ajustada diferencia. Las boricuas solo llegaron al 51, debido en gran medida a Niurkis, quien salvó balones que parecían imposibles.

Foto: Jit.

Muy cerca de ella, Gleynnis todavía no terminaba de asumir la hazaña que había concretado. “No tengo palabras para describir lo que es volver a jugar con la selección. Es un orgullo volver a estar aquí, entrenarnos y competir juntas. Siempre me entrego al máximo, nunca me rindo, ninguna lo hizo”, confesó la otra heroína del duelo desde la experiencia que le ha reportado jugar con Lanzarote en la liga de España.

“Agradezco a mi club lo que he crecido como jugadora y la oportunidad que me dio de estar aquí, porque repito jugar junto a mi gente es lo máximo”, agregó satisfecha después de fallar solo tres de los 18 cañonazos que soltó sobre la portería boricua.

Además de la corona, Cuba aseguró clasificación a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, privilegio que también tendrá Puerto Rico. Con la medalla de bronce se quedó República Dominicana, que horas antes había derrotado 29-27 a México.

Para el 2 de julio está programado el inicio del torneo masculino, con el equipo cubano en papel de favorito e iniciando la ruta con un duelo frente a Venezuela.

Tomado de Jit

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