El aporte ofensivo de Santoya será decisivo para Industriales, que buscará escalar posiciones en la segunda mitad de la temporada. Foto: Itsván Ojeda. |
Por: Yirsandy RodríguezEn el inicio de la 62 Serie Nacional del Béisbol Cubano, Yasiel Santoya acumuló 110 viajes por el plato sin conseguir ese giro letal de muñecas que encabezó la ofensiva de Industriales con 15 jonrones, el año pasado.
Había visto pasar las primeras siete subseries de los Azules, y aunque no conectó ninguna pelota más allá de los límites, su swing logró el oportuno ajuste para remolcar carreras.
Asumiendo la responsabilidad como capitán de los Leones y cuarto bate, el inicialista espirituano produjo un efectivo promedio de .300 cuando encontró corredores en posición anotadora. Su bate roció el 66% de los hits con conexiones de línea o fly, tasas que comenzaron a mostrar una proyección ascendente.
Cuando Santoya terminó la semana correspondiente a las subseries de Industriales contra las Avispas de Santiago de Cuba en casa y luego el primer enfrentamiento por el Oriente ante los Indios de Guantánamo, sus conexiones contundentes se estaban encendiendo: produjo .500 slugging, dando un vuelco al .295 registrado ante el pitcheo de Sancti Spíritus, La Isla y Artemisa, respectivamente.
Así pues, la mayoría de las proyecciones mostraban un marcado progreso de Santoya, y luego sus turnos al bate contra los lanzadores de Las Tunas detonaron la explosión esperada.
El pasado lunes abrió con jonrón de tres carreras contra el zurdo tunero José Adiel Moreno, y luego se convirtió en el verdugo de los Leñadores por segundo año consecutivo.
Santoya cerró esta subserie contra Las Tunas bateando de 13-8, registrando un hit más en los mismos turnos que el año pasado. Sin embargo, la gran diferencia fue el impacto de su swing para el resultado de los Azules, quienes ganaron por 3-2 la subserie particular en esta campaña.
Con sus ocho hits, Santoya remolcó igual número de carreras, y tres de ellas sirvieron para hacer sucumbir los marcadores, al subir rayitas del empate o la ventaja al pizarrón del estadio Julio Antonio Mella.
Además del jonrón, conectó un doble, se robó una base y tomó cinco boletos. Sí, esa fue una de las mejores opciones para el manager tunero, Abeisy Pantoja, pasar a Santoya rumbo a la inicial con base por bolas intencional, siempre que la situación fuera favorable.
Al final, gran parte de la historia individual de Santoya volvió a repetirse. Si unimos sus dos temporadas en las filas de los Leones contra el pitcheo de los Leñadores, los resultados son reveladores: ha fijado línea ofensiva de .577/.684/.923, con 1.607 OPS, 15 hits (que incluyen tres dobles y dos jonrones), una base robada, ocho boletos y, quizás el dato más interesante… ¡no se ponchó en 35 apariciones al plato!
Ese rendimiento está marcando la tendencia más ardiente del swing de Santoya en esta campaña, explosión ofensiva que será decisiva para Industriales rumbo a la segunda mitad de la temporada.
Asumiendo la responsabilidad como capitán de los Leones y cuarto bate, el inicialista espirituano produjo un efectivo promedio de .300 cuando encontró corredores en posición anotadora. Su bate roció el 66% de los hits con conexiones de línea o fly, tasas que comenzaron a mostrar una proyección ascendente.
Cuando Santoya terminó la semana correspondiente a las subseries de Industriales contra las Avispas de Santiago de Cuba en casa y luego el primer enfrentamiento por el Oriente ante los Indios de Guantánamo, sus conexiones contundentes se estaban encendiendo: produjo .500 slugging, dando un vuelco al .295 registrado ante el pitcheo de Sancti Spíritus, La Isla y Artemisa, respectivamente.
Así pues, la mayoría de las proyecciones mostraban un marcado progreso de Santoya, y luego sus turnos al bate contra los lanzadores de Las Tunas detonaron la explosión esperada.
El pasado lunes abrió con jonrón de tres carreras contra el zurdo tunero José Adiel Moreno, y luego se convirtió en el verdugo de los Leñadores por segundo año consecutivo.
Santoya cerró esta subserie contra Las Tunas bateando de 13-8, registrando un hit más en los mismos turnos que el año pasado. Sin embargo, la gran diferencia fue el impacto de su swing para el resultado de los Azules, quienes ganaron por 3-2 la subserie particular en esta campaña.
Con sus ocho hits, Santoya remolcó igual número de carreras, y tres de ellas sirvieron para hacer sucumbir los marcadores, al subir rayitas del empate o la ventaja al pizarrón del estadio Julio Antonio Mella.
Además del jonrón, conectó un doble, se robó una base y tomó cinco boletos. Sí, esa fue una de las mejores opciones para el manager tunero, Abeisy Pantoja, pasar a Santoya rumbo a la inicial con base por bolas intencional, siempre que la situación fuera favorable.
Al final, gran parte de la historia individual de Santoya volvió a repetirse. Si unimos sus dos temporadas en las filas de los Leones contra el pitcheo de los Leñadores, los resultados son reveladores: ha fijado línea ofensiva de .577/.684/.923, con 1.607 OPS, 15 hits (que incluyen tres dobles y dos jonrones), una base robada, ocho boletos y, quizás el dato más interesante… ¡no se ponchó en 35 apariciones al plato!
Ese rendimiento está marcando la tendencia más ardiente del swing de Santoya en esta campaña, explosión ofensiva que será decisiva para Industriales rumbo a la segunda mitad de la temporada.
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