¿Billar en los V Juegos del Alba? Me recordó a ¡Alfredo de Oro!

Alfredo de Oro. Foto: Harris & Ewing (1914).

Por Víctor Joaquín Ortega  

Sí, Alfredo de Oro entre signos de admiración. El recuerdo llega tras la inclusión del billar en los V Juegos del Alba. Programar esta disciplina es una decisión correcta: debe mantenerse e ir más allá. 

También es digna de aplaudir la aparición del ajedrez, pero dedicaremos con posterioridad un texto al arribo del juego ciencia a lides regionales, pues estuvo presente en dos centrocaribes.

La periodista e historiadora Irene Forbes estudió con profundidad la vida del citado billarista y se disponía a escribir un libro sobre él. No pudo terminarlo antes de partir a la eternidad.

Por su parte, Mario Torres de Diego ahondó también en la existencia del deportista, nacido en Manzanillo, municipio de la actual provincia de Granma, en 1862. Residía en Estados Unidos, donde su taco brilló especialmente. Allá se desarrolló sin negar su cubanía y esa labor lo condujo a ser considerado uno de los billaristas más grandes de esta nación.

En 1881 ganó espacio en la prensa al superar a veteranos destacados en los salones antillanos. Después ascendió con potente paso en el escenario internacional. En 1887 derrotó al respetado Henry Caess 21x9 y ese mismo año contendió en el mundial, efectuado en Nueva York. Allí concluyó en el tercer puesto.

Al año siguiente, Alfredo logró su primer cetro del orbe. Lo perdió en 1888 frente a Albert Powers, aunque lo recuperó el 15 de mayo de 1891, con un contundente 600 por 527. Desde entonces, 25 veces se coronó campeón mundial, 18 de forma consecutiva. En la Exposición Universal paralela a los Juegos Olímpicos de San Luis 1904 se impuso, pero se le considera as en una competencia de exhibición.

Foto: Periódico Cinco de Septiembre.
Entre sus hazañas figura el triunfo, en mayo de 1905, en la justa Pearson´s Magazine. En dicha lid perdía frene a Kegs, a quien le faltaban nueve bolas para vencer por 63 al cubano. La hazaña acaparó titulares, porque el antillano remontó y adiós sueños del rival.

Cuando tenía 71 años, De Oro contendió con el titular estadounidense, Johnny Layton, en opción de revancha. ¡Y se desquitó! Fue su última aparición oficial.

El 10 de enero de 1918, en el teatro Payret habanero doblegó al estadounidense Charles Otis, en el Campeonato Mundial de Carambola de Tres Bandas. Los asistentes lo congratularon cual un jonronero y le llamaban “El Mago del Billar”.

Al respecto, Torres de Diego escribió: “Es el primer Campeonato Mundial que se realiza en Cuba con la participación de un cubano, primero del siglo XX y primero, además, en que un natural de la Mayor de las Antillas gana un torneo de ese calibre en su Patria (…). En 1967 es elegido por la Federación de Billar de los Estados Unidos para integrar el Salón de la Fama de ese deporte”.

Y agregó: “Alfredo de Oro, Ramón Fonst Segundo y José Raúl Capablanca Graupera están considerados entre los más grandes deportistas ecuménicos en la primera mitad del siglo XX” (Efemérides Deportivas, Editorial Deportes, Inder).

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