El destino involuntario

 

Fuente: Isla al Sur.

Duarante la Guerra Civil Española, miles de cubanos apoyaron la causa republicana y lucharon como parte de las Brigadas Internacionales

 Por: Sender Escobar

Parte del ejército español se alzó en contra del gobierno y un consejo de generales dirigía las acciones para tomar el poder. España se fragmentaba desde el 17 de julio de 1936. ´´Mientras dure la guerra´´ fue el acuerdo de los generales sublevados para que un solo hombre ocupara el mando, pero Francisco Franco tenía otros planes para consigo y el destino del país.

Al otro lado del océano, en las antiguas colonias del otrora Reino de España, lejos de sentir algún rencor por el pasado reciente, miles de personas decidieron partir hacia  la península ibérica en solidaridad con aquellos que luchaban por mantener instaurada a la segunda  República de la historia española.

Probablemente los primeros testimonios escritos y las miradas de todo lo que ocurría alrededor desde la perspectiva de un cubano en tierras españolas, fueran de Pablo de la Torriente Brau. 

Pablo llegó a España como corresponsal de dos diarios para registrar aquellos días de efervescencia. Pero hizo suya la causa republicana y sus labores periodísticas poco a poco fueron quedando a un lado. A pesar que nunca dejó de escribir y comentar sus vivencias. 

Las cartas enviadas a sus amigos y familiares y el libro ´´Peleando con los milicianos´´ fue el testimonio de la breve pero intensa estancia de Pablo en España hasta que una bala en Majadahonda cerca de Madrid, significara el final para quien fuera nombrado Comisario Político de la Décima Brigada de las tropas republicanas.

De diferentes puntos de América y Europa partieron 1225 cubanos con destino a España . La mayoría jóvenes veinteañeros que formaron parte de la XV Brigada Internacional Abraham Lincoln.

Incorporados como combatientes, algunas de las batallas más relevantes durante el conflicto entre el bando republicano y el bando nacional, el ejército del gobierno contó en sus filas con cientos de antillanos.  Como Pablo, quien heredó el fusil de una joven fallecida por la causa republicana llamada Lolita Maiquez de solo diecisiete años. 

Al final del conflicto, con el triunfo del bando sublevado, más de doscientos cubanos estuvieron entre los fallecidos y otros terminaron su vida en campos de concentración. Más no solo en España quedó el apoyo de Cuba. Desde la isla mientras se debatía el transcurso de los acontecimientos, cientos de personas se solidarizaron con los civiles, verdaderos afectados por las guerras.

La Asociación de Auxilio al Niño Español fue una de las instituciones creadas para ayudar a infantes huérfanos. A España fueron enviados constantemente desde 1937 y hasta 1939, fondos, ropa, alimentos y medicinas con destino  a los niños que quedaron sin  padres. 

La Casa Cuba creada en la playa barcelonesa de Sitges fue uno de los centros de acogida financiados por el pueblo cubano. El sitio rectorado por una maestra cubana permitió a más de cien niños, solventar parte de la ausencia que una guerra les había impuesto para siempre.

Finalmente el 1 de abril de 1939 el bando sublevado se impondría con la entrada de las tropas comandadas por Franco a Madrid. Muchos de los cubanos que aún permanecían en España pudieron salir del territorio por la frontera con Francia, otros fueron arrestados. 

La historia del apoyo de los cubanos a la causa republicana pareció diluirse en el tiempo. Sin caer en un olvido prolongado, el sentimiento de solidaridad de los cubanos hacia España, contribuyó para sostener una causa que trascendió por encima de la derrota republicana. 

El transcurso de la guerra y su final provocó miles de españoles exiliados. Muchos partieron hacia América y algunos eligieron a Cuba como su último e involuntario destino de viaje.
 


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