Samir Ruz Delpratt |
Por David Hidalgo Illarramendi
La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) desempeña un rol indiscutible y de gran protagonismo en el desarrollo de la sociedad cubana al implicar a la juventud en los más grandes procesos de la obra de la Revolución.
Para acercarnos a la visión que tienen los jóvenes estudiantes de medicina sobre esta organización, la emisora COCO dialogó con el militante Samir Ruz Delpratt, quien cursa segundo año de Enfermería Técnica en la facultad Calixto García.
¿Qué actividades realiza la UJC?
La Unión de Jóvenes Comunistas, como vanguardia de la juventud cubana, aglutina en su seno a jóvenes militantes o no, y contribuye al importante quehacer político en los grupos etarios que comprenden la juventud. De igual manera, esta organización aporta a nuestra formación profesional y nos ayuda a entender la realidad y el contexto en que vivimos y los desafíos que enfrentamos para ser dignos continuadores de la obra de la Revolución.
¿De qué manera militar en las filas de esta organización ha contribuido a tu formación profesional?
Militar en esta organización me ha permitido intercambiar y crear consensos con otras personas que se desarrollan en otros escenarios docentes y afrontan los mismos desafíos, no solo con jóvenes que comparten mis criterios, también con los otros que piensan diferente.
Este entendimiento mutuo es imprescindible en el momento actual porque nos ayuda a llegar a esos puntos de encuentro necesarios para para trabajar y perfeccionar la obra común. Considero que esto es muy importante, como profesional de la Salud, como persona y como integrante de la sociedad, esa construcción colectiva de la que todos formamos parte.
El enfrentamiento a la pandemia ha sido uno de los desafíos de los jóvenes en los últimos tiempos, ¿cómo valoras el papel desempeñado por la UJC en esta tarea?
El aporte de los militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas ha sido fundamental durante el enfrentamiento a la Covid – 19. Como organización política y estudiantil, ayudó mucho a coordinar los esfuerzos en la Universidad de Ciencias Médicas, en La Universidad de La Habana y en otros escenarios. Asimismo, vinculó a jóvenes, que querían realizar su aporte, aunque no estuvieran familiarizados con la labor sanitaria. En este sentido, más que los militantes, el papel de la juventud en general, bajo la guía de esta organización fue indispensable para lograr vencer la situación pandémica en la capital y en Cuba.
Háblame acerca de la lucha contra la subversión, otro de los retos importantes de la organización en nuestro contexto actual.
La nueva generación es la representación del futuro y debido a esto, estamos sometidos constantemente a un bombardeo mediático en forma de propaganda, aunque de manera general, no se visualiza así porque es atractiva. En ese sentido, nuestra preparación política es fundamental. Las dudas e inquietudes pueden surgir en cualquier contexto, como, por ejemplo, en una conversación cotidiana y debemos ser capaces de llevar a las personas a entender cómo interpretar la realidad y canalizar las dudas e insatisfacciones de una manera constructiva para que aporten a construir una Cuba mejor.
¿Qué se debe hacer para elevar el papel de la UJC en el marco de la facultad?
Creo que se debe potenciar la formación política de los jóvenes que ocupan algún cargo dentro de la organización, ya que somos militantes todo el tiempo, dentro y fuera de la universidad. Por esto, debemos tener la capacidad y la formación que nos permitan contar con argumentos sólidos para abordar diferentes dudas o problemas, aunque no sean políticos. Como vanguardia, tenemos que sentirnos representantes de los demás estudiantes y realizar nuestra labor siempre sobre esa línea.