El reinicio del curso escolar en La Habana, después de la paralización por el escenario impuesto por la COVID-19, trae una satisfacción adicional para los estudiantes, quienes, además de retomar el proceso docente en las escuelas, tienen la opción de vincularse a la tan necesaria práctica deportiva, luego de un largo periodo de confinamiento.
En función de eso, están los combinados deportivos de la capital, la mayoría con mejores condiciones para la prestación de sus servicios, a partir de las acciones de mantenimiento y reparación a que fueron sometidos y de contar con profesores dispuestos y preparados para cumplir con su tarea: la enseñanza de las diferentes disciplinas deportivas.
Desde entonces, se trabaja en la actualización de la matrícula en los diferentes deportes y todo lo que se relaciona con la asistencia de los estudiantes a las áreas, con total apego a lo que establece el convenio del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) y el Ministerio de Educación (MINED).
Por ahora lo más importante resulta garantizar el proceso docente educativo y la satisfactoria culminación del periodo lectivo y, a partir de las adecuaciones propias de ese proceso en cada una de las escuelas, la prioridad en las áreas sería el acondicionamiento y preparación física de los alumnos para poder desempeñar las tareas propias de cada deporte, a partir del próximo curso.
Como esencia para garantizar este objetivo, las autoridades del INDER y el MINED acordaron suspender los topes y competencias, teniendo en cuenta el tiempo que tienen los atletas sin ejercer actividad física y así concentrar a los estudiantes en la docencia para un feliz término del curso.
Se puede apreciar organización y control en todo ese proceso, además de la voluntad de alumnos, padres y profesores, pero no se debe descuidar el cumplimiento de las medidas higiénicas sanitarias previstas para la nueva normalidad, eso, en estos tiempos, también es garantía para mantener la satisfacción que genera la actividad física.