Por:
Neuris Orlando Blanco Gómez
La preselección cubana de balonmano juvenil la integran 21 jugadores, seis de ellos de La Habana. Foto: Neuris Blanco.
La emblemática sala La Mariposa, perteneciente a la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, en La Habana, acoge por estos días la preparación de los atletas preseleccionados, de donde saldrán los equipos de balonmano masculino y femenino que representarán a Cuba en los I JuegosPanamericanos Júnior de Cali, Colombia, en noviembre próximo.
De la organización de los entrenamientos, Franklin Guevara Balcázar, comisionado nacional de ese deporte, explicó a la COCO: “Iniciamos los entrenamientos bajo un sistema de burbuja. Hace una semana estamos en La Mariposa y a partir del 4 de octubre, vamos a estar en la sala polivalente Ramón Fonst, donde esperamos completar la preparación en esa instalación que reúne todas las condiciones para este deporte”.
Unos de los elementos que dificulta la preparación es la falta de topes. Al respecto, el comisionado refirió: “Va ser imposible desarrollar topes internacionales previos a la competencia, debido a la situación epidemiológica, algo que consideramos lógico, así que confiamos en la sapiencia de los entrenadores y la profesionalidad con que se organiza el sistema de juego para enfrentar esta competencia”.
“Están asimilando bien las cargas de entrenamientos, es una etapa de acondicionamiento físico, el trabajo ha sido fuerte y ya cuando estemos en la sala Fonst aumentarán estas cargas ya en una instalación de mejores condiciones para este deporte”, puntualizó.
Los atletas del equipo masculino también ascendieron a ofrecer declaraciones sobre la preparación. “La preparación ha sido muy factible para todos, el equipo tiene muy buen ánimo, con deseos de dar lo mejor de cada uno, entrenamos con mucha intensidad para representar dignamente a Cuba en los Panamericanos Juveniles de Cali”, dijo Hanser Michel Rodríguez, capitán y uno de los centrales del equipo juvenil.
Por su parte, el portero Emmanuel Díaz expresó que “todo marcha bien, es una preparación intensa, con el máximo de exigencia por parte de los entrenadores pero se respira muy buen ambiente y eso nos llevará a buenos resultados”.
El ambiente que se vive entre los atletas y entrenadores de la preselección masculina de balonmano, de conjunto con las condiciones físicas y el talento demostrado, permite vaticinar la posibilidad de que Cuba suba al podio de la máxima cita deportiva juvenil de América.
