Por: Rodolfo Durán y Andy VargasLa 60 Serie Nacional impulsó la carrera de Pavel Hernández, convertido en uno de los abridores estelares de Industriales. Foto: Tribuna de La Habana.
El lanzador derecho habanero Pavel Hernández manifestó sentirse orgulloso de haber sido convocado al equipo cubano de béisbol que participará en la III Copa del Caribe, del 24 de junio al 3 de julio, en Willemstad, Curazao.
“Es un orgullo para mí y la familia que reconozcan el trabajo realizado en la temporada pasada y estoy contento de formar parte de este equipo. El objetivo es cumplir y aprender de los compañeros y entrenadores”, comentó a la COCO.
El espigado serpentinero, natural de Ciego de Ávila, pero radicado en La Habana desde los 10 años, estuvo en la preselección olímpica de Cuba, pero no llegó a formar parte del plantel que asistió al torneo de la Florida, Estados Unidos.
Hernández hizo su debut en Series Nacionales en la campaña número 56 y desde entonces en cinco contiendas con los Azules archiva récord negativo de seis victorias y nueve derrotas. Todos los triunfos los consiguió en la última temporada, pues en las cuatro primeras no alcanzó ningún éxito.
“Recibí mucha confianza de la dirección del equipo y esto facilitó el trabajo. Y además del trabajo en la parte física, mejoré en la cuestión mental, pues me ayudaron las experiencias buenas y malas del pasado”, recordó.
En la Serie 60 tuvo 17 aperturas con Industriales, 16 en la fase regular y una en el play off ante Granma, donde también actuó como relevista en un desafío y cargó con dos reveses, pese a trabajar con efectividad en las dos salidas ante los Alazanes.
Como abridor lanzó 5,1 tercios en el tercer juego y de relevo en el choque decisivo 6.1 capítulos. En total trabajó 11,2 tercios ante los campeones con solo tres carreras limpias permitidas, pero no fue respaldado por la ofensiva.
En diálogo con el programa Tribuna Deportiva, Hernández, de 24 años, reconoció la labor de los entrenadores de pitcheo de Industriales, José Elosegui, Lázaro Valle y Javier Gálvez.
“Ellos han hecho un trabajo muy fuerte con todos nosotros en relación con la mecánica de pitcheo, el control y el perfeccionamiento de los lanzamientos. También debo agradecer a los compañeros del Centro de Investigaciones del Deporte Cubano, quienes me han ayudado y a otras muchas personas que siempre me apoyan”, concluyó.