La COVID-19 nos quita también el sueño

La pandemia del nuevo coronavirus ha sobredimensionado los trastornos del sueño. Foto: Tomada de Internet.
Por: Ania González Rodríguez

Estamos viviendo hoy el tercer viernes de marzo, fecha para conmemorar el Día mundial del sueño, que tiene entre sus objetivos contribuir a que se disminuyan problemas como el insomnio, considerados, entre otros, una epidemia global que amenaza la salud y calidad de vida de casi el 45 por ciento de la población mundial.

Pero es que este marzo y el anterior llegaron dentro de otra pandemia mucho más abrumadora y mortal, la de COVID-19, que a la postre ha conllevado al aumento de trastornos que impactan en la cantidad y la calidad del sueño y nos llevan a dormir tarde y/o despertar tarde, así como al insomnio o somnolencia excesiva.

La pandemia del nuevo coronavirus ha sobredimensionado esos trastornos, relacionados con los diferentes y nuevos estilos de vida que hemos tenido que asumir.

A esa situación de estrés mantenido, que sobrepasa las posibilidades de afrontamiento de muchas personas y les produce desvelo, algunos expertos llaman "corona-somnia" o "Covid-somnia", y ellos plantean que se da entre otros motivos, por lo imprevisto, grave y desconocido del nuevo coronavirus y la convivencia cotidiana obligada, a veces generadora de conflictos familiares.

Otra causa de ese padecimiento se atribuye a las limitaciones propias del aislamiento, que trae tensión por el miedo del peligro para la vida o el mal manejo de la ira y las emociones, las cuales se hacen imprescindibles controlar, como una emergencia para defender nuestra salud.

En consecuencia, los  psicólogos, que se afanan por defender nuestra salud mental, nos aconsejan  ejercicios de respiración, relajación o medicamentos naturales, que puede recomendar un especialista; dosificar la información sobre el coronavirus y controlar el tiempo que se dedica a la utilización de las redes y establecer horarios fijos para ir a dormir y respetar esa hora; exponerse al sol en la mañana y al aire fresco; realizar ejercicios físicos durante el día y evitarlos poco antes de dormir. 

El aislamiento físico a causa de la COVID-19 ha impactado totalmente la vida cotidiana de todos en el planeta, por eso le invito a no quedarse de brazos cruzados para no perder el sueño necesario, que hoy también nos quita la pandemia.

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