Cuba: derechos humanos en primer plano

El derecho al disfrute de una vida plena y con seguridad es un logro del proceso revolucionario cubano. Foto: Tribuna de La Habana.
Por: Mirelys del Pilar

Este 10 de diciembre la comunidad internacional conmemorará el Día de los Derechos Humanos con grandes desafíos, sobre todo, en tiempos agravados por la pandemia de la Covid-19.

La crisis sanitaria ha sacado a la luz la desigualdad, la pobreza, la proliferación del odio, la xenofobia y la intolerancia contra las minorías, asuntos que comprometen la vida de las generaciones presentes y futuras.

Ante semejante escenario, en Cuba ha sido una prioridad la promoción y protección de los derechos humanos, aspesto que avanza de modo soberano en el proceso de fortalecimiento del marco jurídico e institucional en la isla, como parte de la actualización del modelo de desarrollo económico y social. 

Tras la proclamación de la Constitución de la República quedó refrendado que "el Estado cubano reconoce y garantiza a la persona el goce y el ejercicio irrenunciable, imprescriptible, indivisible, universal e interdependiente de los derechos humanos, en correspondencia con los principios de progresividad, igualdad y no discriminación. Su respeto y garantía es de obligatorio cumplimiento para todos".

Cuba tiene un amplio historial en materia de cooperación con todos los mecanismos asociados a esta temática, los cuales se aplican sobre bases universales y no discriminatorias, con una práctica solidaria a nivel internacional e inmersa en la construcción de una sociedad cada vez más justa.

Con esta premisa el país ha alcanzado logros relevantes en la atención y desarrollo de la infancia y la adolescencia, reconocidos a nivel mundial.

Además, consolida la calidad de su sistema de salud, con cobertura universal y asistencia gratuita presentando el mayor número de médicos por habitantes, según la Organización Mundial de la Salud.

En medio del enfrentamiento al nuevo coronavirus, este 2020 Cuba invirtió gran parte de su presupuesto anual para el cuidado de la salud de las personas, algo en lo cual superó a la mayoría de los países, que ahogados en los intereses capitalistas, dejaron morir a sus pobladores, por no tener para pagar la asistencia médica. 

En ese contexto los enemigos de la mayor de las Antillas dedicaron millones de dólares a campañas de desestabilización contra la Isla.

Nuestros derechos los hemos conquistado a punta de empeño y entereza. Nadie podrá nunca despojarnos de ellos, como se ha reafirmado por estos días, defenderemos con uñas y dientes lo que hemos logrado a golpe de sangre y sacrificio.

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