Nuestros ojos serán los médicos de la familia ante la Covid-19

A partir de las nuevas medidas que serán implementadas en La Habana desde este lunes se eleva considerablemente la responsabilidad de los grupos básicos integrados por el médico y la enfermera de la familia. Foto: ACN. 

Por: Redacción Digital

En el Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana de este domingo, la Dirección de Salud Pública en la capital cubana explicó el procedimiento que desarrollarán ante el ingreso domiciliario que iniciará de manera paulatina a partir de este 12 de octubre, ante el enfrentamiento a la Covid-19 y se debatió el plan de medidas para la Fase Tres con algunas limitaciones.

Junto a los presidentes de los Consejos de Defensa Municipales (CDM) analizaron la estrategia de actuación a partir de ahora, en la cual se eleva considerablemente la responsabilidad de los grupos básicos integrados por el médico y la enfermera de la familia, tanto en el diagnóstico, como en la evaluación de la evolución de casos sospechosos y contactos de positivos a la pandemia.

Ante esta mayor responsabilidad, incrementarán el adiestramiento y superación de este personal, suministrarán medios imprescindibles para el trabajo y la protección personal de médicos, enfermeras de la familia y cada uno de los especialistas y técnicos implicados.

Entre las acciones novedosas está la realización de PCR en las propias casas y reforzarán equipos de trabajo en lugares que tengan cierta complicación.

Las instrucciones son examinadas y orientadas este fin de semana en cada área de salud.

Momentos de la reunión de este domingo del Consejo de Defensa Provincial de La Habana. Foto: Ricardo Gómez. 

Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del CDP, y el vicepresidente del órgano, Reinaldo García Zapata, llamaron a ser muy rigurosos en la preparación de todos, para empezar a aplicar las acciones en los primeros días de la semana que inicia.

Insistieron en el estudio, debate y explicación de los documentos y protocolos con quienes los instrumentarán en la base, lo cual desplegarán de forma dinámica y debe enriquecerse en la práctica.

Torres Iríbar expresó: "Ahora nuestros ojos son los médicos de la familia. Hay que explicarles la responsabilidad sanitaria y legal que asumen ellos e insistir a los directores de policlínicos sobre la trascendencia de las pesquisas con  mayor calidad, así como en la necesidad de estratificar bien, sin dejar espacio a trasmisiones, para evitar grandes eventos".

Agregó que la vida nos da la oportunidad de reforzar el sistema del médico de la familia ideado por Fidel Castro, retomar los principios fundacionales y para eso tienen que asumir esa gran responsabilidad que depositamos en ellos.

Por su parte, García Zapata convocó al adecuado adiestramiento del personal, garantizar caretas y otros medios de protección a médicos y enfermeras de la familia, explicar quién tomará las muestras en las viviendas, cómo se trasladarán las mismas, de qué manera fluirá el sistema informativo y el seguimiento de los policlínicos y de los CDM a las áreas de salud.

Indicaron que ahora más que nunca hay que organizar bien todo, como es el uso de transportadores, eficiente explotación del parque de vehículos y jamás confiarnos para evitar complicaciones.

De manera categórica argumentaron que el médico de la familia se someterá a un elevado rigor, pero no puede haber negligencias y es imprescindible que visite todos los días a los pacientes.

También es mayor la responsabilidad personal de los capitalinos, de las familias y juega un papel esencial las comisiones evaluadoras de los casos sospechosos que funcionarán en los territorios.

Torres Iríbar dijo que cada casa con sospechosos o contactos debe convertirse en un centro de aislamiento y orientó pensar desde ahora e instrumentar cómo trasladarán los alimentos a un núcleo familiar que quede aislado, sobre todo, ahora que no podemos contar con personal de apoyo, el cual estuvo responsabilizado con esas gestiones pero se reincorpora a sus labores cotidianas.

Ante las nuevas circunstancias deben incrementar exigencias en controles de foco para evitar violaciones.

El CDP revisó el comportamiento de los tres eventos de transmisión local que existen en la capital cubana, donde no se reporta ningún paciente positivo en la última jornada.

De igual forma, chequearon cómo marchan los controles de foco, mediante informaciones brindadas por los municipios.

Autoridades del municipio Diez de Octubre rindieron cuentas ante el CDP. Foto: Ricardo Gómez. 

Autoridades de Diez de Octubre rindieron cuentas acerca de cómo se aplican medidas restrictivas en el evento de transmisión local autóctona de Luyanó, lugar complejo por radicar en un sitio amplio, de densidad poblacional, donde residen más de tres mil personas que llevan una veintena de días aisladas y tuvieron en su momento alrededor de 30 positivos, aunque ahora solo quedan siete contactos en seguimiento. Allí mantienen las acciones de reforzamiento indicadas.

En la reunión informaron que en las últimas horas, en dos zonas del municipio La Lisa, el pueblo realizó actos de repudio contra individuos que agredieron a un funcionario, quien les llamó la atención cuando ingerían bebidas alcohólicas sin el establecido aislamiento individual y en otro lugar, personas que agredieron a un auto patrullero, que actuaba ante una denuncia, razones por las cuales hay unos ocho ciudadanos procesados y continúan las investigaciones.

El plan de medidas para la Fase Tres con algunas limitaciones tiene tres objetivos fundamentales y dispone de 222 medidas que tienen como fin crear condiciones para ir regresando a la nueva normalidad en la vida de la provincia, de manera gradual y asimétrica.

Otro de los fines es mitigar el impacto económico y social ocasionado por la Covid-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que impone el Gobierno de Estados Unidos y el tercero es desarrollar capacidades de enfrentamiento a eventos que se produzcan en la llamada nueva normalidad.

Como características, la Fase Tres concibe una mayor normalización de servicios y actividades productivas, llevando a la normalidad aquellas que se consideren de menor riesgo e implementando normas para reducirlo.

El plan en su conjunto se compone de 222 medidas, vinculadas a los sectores de higiene y prevención, laborales, sociales, en el comercio, servicios, comunicaciones, transporte, educación, deporte, cultura, turismo, además de presupuestarias, tributarias, de seguros, fiscalización y control.

En el debate de este programa, que informaremos con detalles en los medios de comunicación en las próximas horas, Torres Iríbar aseguró que este constituye un momento especial para que la instrumentación de las mismas sea supervisada y apoyada por las organizaciones de masas en los barrios.

El CDP también analizó aspectos relacionados con la situación higiénica comunal de la capital cubana, con análisis críticos a consejos populares que tienen dificultades en esta misión y un llamado a estabilizar la labor mediante un sistema organizado y chequeo periódico.

Por: Ricardo Gómez/Radio Metropolitana 

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