Birgit fue una atleta longeva. Con 42 años se agenciósu octavo oro olímpico en Atenas 2004. Foto: OlympicChannel. |
Los incrédulos la rodearon de dudas. Claro, las de ellos, porque Birgit Schmidt-Fischer estaba segura de sus fuerzas. Varias veces titular mundial, campeona olímpica en Moscú 1980, la piragüista de la República Democrática Alemana (RDA), sin embargo, no estaba situada por los expertos entre las favoritas para el mundial de 1987.
Había retornado al deporte después de haber nacido su primer hijo. Los escépticos, con sus voces desafinadas de siempre, no la juzgaban capaz de vencer en las aguas de Duisburgo, en la vecina República Federal Alemana (RFA).
La muchacha de Potsdam había conseguido superior potencia física después del parto y la dicha por su vástago Olaf le agregaban especial vigor. Sin ser feliz, no es fácil triunfar en cualquier ámbito.
Ella sonreía y movía la cabeza cuando le llegaban aquellas opiniones. Hasta comentaba: “Ya era hora de tener un muchacho. Tengo 26 años y mi esposo quería ser padre. Ya lo es... Ahora me toca callar a quienes no creen en mí".
Los calló, pues en el citado torneo ocupó los tres primeros puestos en kayak K1, K2 y K4, para llegar a 16 coronas en estos torneos.
Birgit era capaz de ganar en lides individuales, pero también en el K2 y K4. Foto: OlympicChannel. |
“Es que crecimos en un bote...”, comenta la deportista después de reírse. Es una familia náutica. Los abuelos, los padres brillaron con el remo. El hermano mayor, Frank, resultó as del orbe en K1 a 500 metros. Los menores, Bernard y Heike, reman en su tiempo libre, y tienen sus sueños. Y el propio padre, Karl Heins.
Fischer fue el primer entrenador de Birgit. Después continuó formándola Harold Brosig. La pulió en la etapa cumbre Luther Scháfer.
La formaron bien. Y vuelve a silenciar con hechos a los incrédulos al siguiente año. Juegos Olímpicos de Seúl 1988: victoria en el K2 y el K4. ambas lides a 500 metros. Y con su pareja, Anke Northnagel, se unen a Ramona Portwich y Heike Singer en el cuarteto dorado. Eran tres de los ocho cetros enlazados por ese país en la cita, cinco de ellas al pecho de las mujeres, quienes arrasaron. La Schmidt añadió plata en K1 a 500 metros.
Sobre el uso del tiempo libre declara a la prensa: “Es menos después del nacimiento de mi primogénito. Aunque como mi esposo Jorg comparte y me entiende, no es tanto el problema. Él forma parte del conjunto nacional de canoa canadiense que tanto éxito ha obtenido. Me gusta coser, tirar fotografías, ir al teatro, a exposiciuones de pintura, y lo que más me gusta es... remar”.
También asegura: “Voy a continuar compitiendo. Solo tengo 27 años me siento muy bien. Espero terminar la carrera de cultura física y aspiro a no irme con las manos vacías de Barcelona dentro de cuatro años”.
Contendió en la ciudad española y convirtió el anhelo en realidad. Birgit obtuvo allí su cuarta medalla de oro olímpica al ser la mejor en el K1 a 500 metros, subcampeona en K4.
Comenzó a representar a Alemania. En Sidney 2000 se coronó en K2 a 500 junto a Katrin Wagner, y tuvo vigor para actuar en Atenas 2004 en la misma especialidad, con plata junto a Carolin Leonhardt como en Atlanta 1996 cuando formó dupla con Szilvia Szabo. También en el colectivo vencedor en el K-4 500 en las aguas de Seúl, Atlanta, Australia, y Grecia. Su cónyuge, Jorg Schmidt, subtitular de la canoa a mil metros en Seúl 1988.
Birgit encabeza la lista de máximas acumuladoras de por vida en el kayak: ocho de oro y cuatro de plata. De contender en Los Ángeles 1984, la cosecha sería superior: sus tiempos y los de varias de sus compañeras en esa etapa lo demuestran. Mas el boicot de Estados Unidos laceró la participación de las naciones socialistas.
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