José Tejedor (izquierda) y Luis Oviedo. Foto: Radio Cadena Habana |
La
pérdida física, en noviembre de 1991, de José Tejedor Tibages, figura
indispensable de la música romántica en Cuba, dejó un vacío irreparable en sus
seguidores.
Con
frecuencia se escuchaban sus canciones desde la vitrola de afamados bares de la
capital y el resto del país, así como en presentaciones de la radio, la
televisión y espectáculos públicos.
Su voz
melodiosa, que hablaba de amores tormentosos e irreconciliables, fue deleite
para los amantes del bolero.
Los
días 29 y 30 de este mes el afamado artista revivirá en el habanero reparto de
Alamar, localidad que le rendirá homenaje con el concurso anual de
interpretación que lleva su nombre y en el que participarán cantantes aficionados
del territorio, además de la población que disfrutará el acontecimiento.
Directivos
de la casa de cultura Eloisa Alvarez Guedes, sede del encuentro, dijeron que
constituye una muestra de rescate del género, unos de los más arraigados en la
Isla.
El
jurado lo conforman miembros de la Sección de Música de la Unión de Escritores
y Artistas de Cuba (Uneac) de La Habana del Este e instructores de arte.
No
obstante su estilo inigualable y ganada fama, Tejedor se mostraba como una
persona sencilla y amable. En el recuerdo persisten melodías suyas como: En las tinieblas, Escándalo, Como nave sin rumbo,
Pasión sin freno, Llora corazón y Mi Magdalena.
Como en
otras ocasiones se recordará también a un elegante hombre que vestía traje
negro y que era un virtuoso de la música. Nació en el barrio habanero de Santos
Suárez, en agosto de 1922.
Su
programa Tejedor en la Tarde, que se transmite por la radioemisora COCO, es de
los más escuchados y se mantiene en el dial por más de dos décadas.
Muchos
afirman que Interpretaba de forma maravillosa los boleros y en especial, los morunos.
Un dato
interesante es que algunos de los participantes en el concurso en años
anteriores llegaron a ser cantantes profesionales de la radio y la televisión.
“Meabandonaste en las tinieblas de la noche / y me dejaste sin ninguna orientación”;
“Porque tu amores mi espina/ por las cuatro esquinas hablan de los dos / que es un escándalodicen”, rezaban las letras de algunas de sus canciones más aplaudidas.
Pesaba
más de 250 libras, a lo que se agregaba su condición de negro, pobre y ciego,
en una sociedad racista que conspiraba contra su sueño artístico, pero su
vocación musical era innegable y su entusiasmo contagiaba a todos.
Durante
una etapa de su vida unió su voz a la de Luis Oviedo, suceso que influyó en su
desarrollo artístico, según consideran estudiosos de su obra. El músico Senén
Suárez da cuenta que Luis siempre cantó con voz de falsete y no de segundo,
como se comentaba.
También
es correcto decir que interpretaba la mitad de la obra sobre lo que cantaba
Tejedor y el dúo resultaba muy agradable –afirma un artículo consultado,
publicado en el portalCubarte.
El dúo
se presentó en bailes populares y en centros nocturnos. La radio también le
abrió sus puertas, no así la televisión.
Nadie
dude que el concurso de interpretación dedicado a José Tejedor, constituirá un
granito de arena que aportarán en La Habana del Este al rescate de las
tradiciones y la identidad nacional.
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