Teléfonos celulares y accidentes de tránsito


Diseño: Gilberto González García

Autor MsC. doctor Alberto Quirantes Hernández

La conducción más segura de un vehículo consiste en realizar esta acción estando atentos, alertas y sobrios durante todo el trayecto.


Resulta esencial prestar la máxima atención cuando se está al volante, pues en caso contrario ya se trataría de una conducción arriesgada.

Fue filmado

Se grabaron videos dentro de los automóviles en los que se mostraba cómo los conductores,  en más de dos tercios de los casos, se distrajeron segundos antes de un accidente.

Muchas de estas situaciones se relacionaron con el empleo de teléfonos celulares por parte de los conductores. El riesgo aumentó de manera significativa cuando ellos se encontraban enojados, tristes, llorosos o agitados durante la conversación inalámbrica.

Los hechos y los accidentes

Los tres mil quinientos choferes filmados en un período de tres años permitieron voluntariamente la colocación de cámaras de video dentro de sus vehículos por parte de investigadores del Instituto del Transporte de la Virginia Tech en Blacksburg, de Virginia, EE. UU. y los resultados fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, en lo que constituye el estudio más amplio de su tipo.

Se produjeron 905 accidentes que provocaron lesionados, daños a la propiedad o ambas cosas. Casi tres cuartas partes de los accidentes tuvieron que ver con algún tipo de error y los conductores estaban claramente distraídos en el 68 por ciento de las ocasiones.

Las distracciones más peligrosas

Son aquellas donde se alejan de la carretera los ojos del conductor durante un tiempo largo. Las más peligrosas fueron usar o intentar agarrar un teléfono celular de mano, leer o escribir, querer alcanzar un objeto y usar los menús de las pantallas táctiles del tablero de mandos.

Todas esas acciones aumentaron el riesgo de un accidente, en comparación con una forma segura de conducir. En particular, el uso del teléfono celular aumentó las probabilidades de tener un accidente casi cuatro veces, en comparación con una conducción adecuada.

Aunque riesgosas, lo fueron en menor cuantía comer o beber una bebida no alcohólica, arreglarse el pelo y buscar una emisora en la radio.

En Cuba

Por solo citar un ejemplo no tan remoto, Cuba contaba hasta el 2013 con tres millones 232 mil 974 líneas telefónicas y de ellas un millón 995 mil 698 eran líneas móviles. La cantidad de líneas móviles (62 por ciento del total nacional de teléfonos en ambas plataformas) supera en 1,6 veces la cantidad de líneas fijas.

Un equipo como el celular, capaz de facilitar la comunicación entre grandes distancias y de integrar tantas tecnologías al mismo tiempo, no debe convertirse en una especie de arma asesina.

En los accidentes del tránsito en nuestras carreteras es frecuente la distracción de los conductores, acrecentada por el uso de los teléfonos celulares y modernos equipos de audio y video.

La Ley 109, Código de Seguridad Vial, de nuestro país, permitiría ponerle freno, en buena medida, a tan sensible problema. 

Porque no hay accidente sin transgresión de lo establecido y no hay transgresión sin indisciplina, irresponsabilidad y una actitud que no se corresponde con el valor que debe dársele a la vida humana.

Solo consiste en la aplicación del Código de Seguridad Vial  con todo el rigor indicado por esta ley.





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