El señor Juan León Alvarado, embajador de Guatemala en La Habana se enorgullece de ser maya quiché |
Autor: Eduardo
González García
Lo
pronostica Juan León Alvarado, embajador de Guatemala en Cuba, quien expuso sobre
el pasado y presente del pueblo maya, durante el festival Love In, coincidiendo con el aniversario 495 de la fundación de la
villa de San Cristóbal de La Habana.
El
excelentísimo señor Juan León Alvarado, embajador de Guatemala en Cuba, expuso su trabajo titulado Pasado y presente del pueblo maya de Guatemala, durante la séptima
edición del festival Love In, que
tuvo lugar, este fin de semana, en el complejo Morro–Cabaña, coincidiendo con
el aniversario 495 de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana.
Alvarado,
quien se enorgullece de ser maya quiché y es un dedicado estudioso de su
cultura, hizo una síntesis del legado de la milenaria civilización maya, que ocupó una vasta región,
desde el sur-sureste de México, hasta lo que hoy son Belice, Guatemala,
Honduras y El Salvador.
“Los
mayas —dijo—, realizaron estudios del tiempo y del espacio que siguen
sorprendiendo a los científicos”.
Conocían la periodicidad de los eclipses e
inscribieron en monumentos de piedra fórmulas para predecir los eclipses
solares y la salida heliaca de Venus. Algunas de sus observaciones son bien
conocidas, como la del eclipse lunar del 15 de febrero de 3379 a.n.e.
Muchos de sus edificios fueron construidos
con el propósito de observar y de escenificar fenómenos celestes en La Tierra,
como El Castillo de Chichén Itzá, donde se observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las
sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las
cuatro escaleras del castillo suman 365 peldaños, los días del año. En el
Códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos
lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses.
“El
calendario solar maya es más preciso que el que gregoriano”, enfatizó el
embajador.
Los Mayas
hicieron cálculos exactos de los períodos sinódicos1 de Mercurio,
Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Calcularon con exactitud los períodos de La
Luna y El Sol y de estrellas como Las Pléyades, a las que llamaban Tzab-ek,
y de las cuales creían que eran originarios. El Tzol'kin, de 260 días, esta basado en el ciclo de 26,000 años de
este grupo.
La
agricultura maya fue la base de su civilización: cultivaron maíz (ixim), frijoles (kinaq’), calabazas (lek),
chiles (ik), tomates, yuca, algodón,
cacao (kakau), y varias especies de
árboles frutales.
La mayoría de sus ciudades, tanto del período
preclásico como del clásico, usaban la agricultura intensiva, valiéndose de
terrazas, rellenas de los lodos de los bajos, que eran muy fértiles, y usaron
el drenaje de los bajos, canales de irrigación, cultivo de árboles, uso de
árboles como el guisquil (Leucaena
leucocephala), y otras substancias como abono para nitrogenar la tierra y,
en menor escala, la tala y quema.
Se afirma que la arquitectura maya es la más
rica del Nuevo Mundo, debido a la complejidad y variedad de medios de
expresión. Estructuras gigantescas de piedra caliza, cubiertas de estuco,
fueron su sello. Los edificios eran adornados con mascarones y cresterías
talladas en piedra y estuco y, generalmente, pintados de rojo.
EL sistema de escritura maya es mixto y fue
usado, aproximadamente, desde 200 a.n.e. hasta 900 d.n.e. en su forma
monumental (primera línea), y desde 1300 a 1500 d.n.e., en su forma cursiva
(segunda línea).
Los
mayas le rindieron y le rinden tributo a la naturaleza y al cosmos. Aunque algunos historiadores les llaman politeístas
(adoración a muchos dioses), lo que los mayas hacen, en realidad, es agradecer
a todos elementos naturales por darles la vida y la salud. Agradecen al agua, a
la lluvia, a las piedras, a la tierra, a las plantas, al Sol, a la Luna, al
viento; les hablan a sus muertos y a sus ancestros; hacen ofrendas a la mujer,
a los animales…
En la
visión y filosofía maya, el equilibrio y la armonía son los que rigen la vida.
En su cosmovisión, no existe lo absoluto, es decir, existe lo positivo y lo
negativo, al mismo tiempo. Para el desarrollo debe existir forzosamente la
parte contraria como, por ejemplo: existen juntos la vida y la muerte, la alegría
y el sufrimiento; la alegría y la tristeza.
Para
ellos, la vida social y de la naturaleza son cíclicas y se manifiestan en
espiral, no de forma lineal.
El sistema matemático maya es
vigesimal. Está inspirado en la persona, pues los dedos de las extremidades
superiores e inferiores suman 20.
Los mayas han contribuido
enormemente en el desarrollo de la humanidad y sobre el conocimiento. Su máximo
aporte es la invención del “cero” que actualmente es utilizado en toda la
ciencia.
Concluyó Alvarado que la civilización maya no
ha desaparecido, ha seguido existiendo, paralelamente a la cultura europea
impuesta por la ocupación colonial, y está en un proceso de recuperación.
El diplomático manifestó su seguridad en que,
en este nuevo ciclo maya de cinco mil 200 años, que comenzó el 21 de diciembre
de 2012, habrá una recuperación de las concepciones de los pueblos originarios,
incluso en la economía, ya que el sistema económico vigente en gran parte del
mundo ha tenido fracasos y no ha sido capaz de resolver los problemas de la
humanidad.
En la
charla sobre la cultura maya, la multipremiada escultora, pintora y
escritora Thelvia Marín disertó acerca de la cosmogénesis de las culturas mesoamericanas y propuso un proyecto
completo para erigir, en Guatemala, una escultura en honor de la Pacha Mama, la
Madre Tierra.
La obra debe ser realizada por un grupo multinacional de
artistas y colaboradores cuyo núcleo inicial se formó en la propia sala de
conferencias.
La escultura debe ser fundida en bronce, y se propone
recolectar el material mediante donaciones populares.
El
Festival Love In se creó hace ocho
años, con una proyección por la paz y el cuidado del medio ecológico.
Es un
espacio para el intercambio de conocimientos y una demostración del quehacer de
los grupos comunitarios en Cuba.
Esta
séptima edición fue dedicada a las culturas vivas y el público participante
pudo disfrutar de dos jornadas con diversas y variadas opciones, tales como
conciertos, descargas, música electrónica, masajes, meditación, lecturas
poéticas, performances, orfebrería, tatuajes en vivo, cine, artesanía,
fotografía, instalaciones y charlas sobre interesantes temas.
1 Sinódico.
De una conjunción de astros o relativo a ella: eclíptica sinódica.
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