Una vez más Graziella Pogolotti

Foto: Jorge Rodríguez Hernández
Autor: Jorge Rodríguez Hernández

La doctora Graziella Pogolotti es la lucidez en persona. Tiene la capacidad de sorprender al público. Una vez más lo hizo, cuando disertó recientemente en la sede habanera de la Sociedad Cultural José Martí, ubicada en la barriada de El Vedado, sobre cómo debe ser abordada la historia de Cuba en la diferentes enseñanzas.


Llegó como un torrente de luz ante un auditorio ávido por escucharla. “Yo propondría una meditación sobre la historia”, pues “la incertidumbre es paralizante”, fueron algunas de sus primeras consideraciones, expresadas con la irreverencia propia de la profesionalidad inteligente.

Para la raigal intelectual cubana, siempre capaz de coger el toro por los cuernos, aunque se le resista, la lectura constituye “un modo de aprender a inventar otros panoramas”, ya que a partir del aprendizaje de la geografía, de conocer el curso de las corrientes marinas, como la del Mar Caribe, se percató, desde los tiempos mozos, de la interconexión existente entre los mundos y los acontecimientos.

A los jóvenes “les contamos la historia de una manera aburrida, de una manera simplista”; de ahí que ellos tengan poca aceptación de la asignatura.

La doctora Pogolotti llamó a “interrelacionar factores y acontecimientos” para redescubrir la historia.

A propósito del cumpleaños 90 del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, manifestó que se ha dado a la tarea de releer algunos discursos del Comandante en Jefe, aplicando un método esencial para el aprendizaje: hacerse preguntas.

Con relación a esto último, se refirió al interrogatorio que sometía Fidel a alguien que lo interpelara en el transcurso de una de sus intervenciones, lo cual constituía una forma práctica empleada por él para aprender, expresó la también destacada columnista de las ediciones dominicales del diario Juventud Rebelde, a través de la cual cautiva a los lectores con sus atinados análisis y juicios, no exentos de la valoración crítica necesaria.

Durante un breve intercambio con la ponente al término de su exposición, un joven ratificó lo dicho por ella: “estamos adoleciendo del ejercicio de pensar, de meditar”, y le solicitó a la doctora una reflexión acerca de cómo hacer política en la Cuba de hoy.

La respuesta de la intelectual a esto último no se hizo esperar: “acercamiento pueblo a pueblo”, de personas y de sectores determinados, para “llegar hasta donde el cepillo no toca”, slogan de un anuncio televisivo de la pasta Colgate, muy popular en la década del 50 del pasado siglo, lo cual expresó con el desenfado que suele acompañarle.

La sapiencia de Graziella Pogolotti cautivó una vez más al auditorio, y les sugirió algunas claves a tener muy en cuenta para no perder el norte de las cuestiones esenciales, en un mundo aquejado por el narco poder, la corrupción y la crisis de credibilidad de los gobiernos e instituciones públicas, entre otras tendencias negativas.

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