Para que ahorrar no duela


Foto: Internet

Autor: Javier Acosta Elejalde
Luego de tratar de arreglar varias veces sin remedio la llave del paso de agua de su casa, Ana María decidió comprar una nueva. A partir de ese momento comenzaron para ella otros problemas.

La inversión supondría gastar el salario del mes y algo más, pues le quedaría pagar la mano de obra del plomero que le realizaría el trabajo.

Después de pensarlo un tiempo decidió acabar con el molesto salidero. Pero aún no llegaba a la semana cuando la llave, que adquirió en una Tienda de Recaudaciónen Divisas, una vez puesta, se rajó desde su base como si fuera un papel. Entonces tuvo que retornar la anterior al lugar que antes ocupaba y el agua a correr de nuevo sin que pudiera hacer algo para evitarlo.

En el local donde adquirió la pieza le dijeron que recibían semejantes quejas a menudo, pero no se responsabilizaron por lo sucedido, porque tales productos a pesar de su elevado costo se expenden sin garantías. Ana entonces se pregunta ¿cómo se hará para que ahorrar no duela?

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