La buena salud de la rumba

Instructores de arte interpretan una rumba tradicional. Foto: Bárbara Díaz García

Autores: Gilberto González y Bárbara Díaz Garcia

La rumba goza de buena salud, opina Nelson López Carrillo, director del grupo Timbalaye, quien este miércoles ofreció una conferencia sobre el tema en la casa de cultura municipal Julián del Casal de La Habana Vieja.


Participaron además, en defensa de ese género musical: Frank Oropesa, director del septeto Ignacio Piñeiro y productor de Timbalaye, así como la creadora de esa prestigiosa agrupación rumbera, Tania Soto, quien comentó para este sitio: 

“Nosotros nacimos en un barrio habanero donde había rumba desde la mañana y hasta la noche… a toda hora. Mis hijos, que ahora integran la agrupación, tocaban con latas y yo me sumé a ellos porque les vi el deseo de ser músicos.

“Así formamos un grupito con el que nos presentábamos en las casas de cultura y otros sitios en actividades comunitarias. Luego fuimos sumando muchachos del barrio y así fue como nació Timbalaye”.

La agrupación tiene 10 años de fundada y sobre los lauros que ya ha merecido, habla López Carrillo:

“Tenemos el premio Cubadisco 2014 y además hemos ganado en varios festivales Wemilere, pero el premio más importante es el haber resultado nominados al Grammy por intervenir, junto al Septeto Habanero, en el disco La Habana tiene su son”.

Acerca del surgimiento del son y la imprescindible influencia de la rumba sobre ese género, habla Frank Oropesa:

“Tiene mucho que ver, porque la rumba surge primero e Ignacio Piñeiro, que era un excelente rumbero, cuando funda su Septeto Nacional en 1927, introduce en el son los elementos de la rumba y los instrumentos musicales de la cultura abakuá como el bongó, las maracas y la campana.

“Por eso yo digo que sin rumba no hay son. La rumba viene siendo como la madre o un hermano mayor del son.

“La rumba acepta la fusión con otros muchos géneros, como acepta muchos instrumentos, porque ya no es como cuando surgió, un género muy limitado. Ahora es muy popular y ha sido interpretada por agrupaciones de gran nivel que cultivan otros tipos de música, como los Van Van o Elio Revé”.

Sobre este mismo tema toma la palabra el director de Timbalaye: “La rumba se puede fusionar con todo: con son, con reggaetón, con timba o con salsa, y sin perder su esencia”.

¿Puede la rumba llegar a desaparecer? Nelson López opina: “¡No! Creo que está en un muy buen momento. Al contrario, ahora que es Patrimonio Nacional está tomando mucha fuerza y está renaciendo gracias a esa característica de poderse fusionar con otros ritmos”.

La conferencia estuvo presidida por Ivón Terry Jorrín, metodóloga de Cultura Popular Tradicional de la casa de cultura y concluyó por todo lo alto con la actuación de artistas pertenecientes a la Brigada de Instructores de Arte José Martí quienes interpretaron una rumba en su estilo más tradicional.
De izquierda a derecha: Frank Oropesa, productor de Timbalaye; Nelson López, director y Tania Soto, fundadora de esa agrupación. Foto: Bárbara Díaz García


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