El pensamiento consecuente de Fidel Castro



Foto: National Geographic
Autor: Jorge Rodríguez Hernández

Mi padre, fallecido hace más de dos décadas, solía decir que el día que Fidel Castro dijera que el imperialismo era bueno, hasta ahí llegaba con él. Quien me engendró descansa en paz en el cementerio de su natal Dos Caminos de San Luis, en la provincia de Santiago de Cuba, pues el líder histórico de la Revolución Cubana no ha traicionado sus ideales de humilde luchador por una Patria y un mundo mejor.

Cuba vive hoy inmersa en una policromía inédita de ideas, de intensa lucha cultural. Están los zanjoneros* y anexionistas de nuevo tipo, quienes en un oportunismo político sin precedentes se oponen, en ocasiones, de forma bastante virulenta a aquellos que enarbolen un pensamiento propio e independiente, y lo defienden en los más diversos escenarios porque los primeros consideran que tal posición compromete, crea un ruido en el sistema ante la posible normalización de las relaciones económico y comerciales y de cualquier índole entre Cuba y Estados Unidos.

En las reflexiones del 27 de marzo, tituladas El hermano Obama, el Comandante en Jefe escribe: “principalmente para los jóvenes, ya que pocas personas se percatan de la importancia de tal condición en este momento singular de la historia humana”, y a renglón seguido subraya: “No diré que el tiempo se ha perdido, pero no vacilo en afirmar que no estamos suficientemente informados, ni ustedes ni nosotros, de los conocimientos y las conciencias que debiéramos tener para enfrentar las realidades que nos desafían”, que dicho sea de paso, no son pocas.

Las cartas del actual inquilino de la Casa Blanca con respecto a Cuba están puestas sobre la mesa, sin ningún tipo de ambages. De ahí que el periodista uruguayo Carlos Fazio, perteneciente a la redacción del diario mexicano La Jornada, al escribir el artículo El seductor Obama, comentó: “no en balde, tres días después de que dejó La Habana, el Departamento de Estado anunció un programa de orientación de prácticas comunitarias por 753 mil 989 dólares para jóvenes líderes emergentes de la sociedad civil cubana”.

No cabe manipulación alguna, tampoco aviesas intenciones, mucho menos dobles lecturas, cuando en la reflexión Fidel Castro señala: “Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada”.

Pero se hace aún más explícito al escribir a continuación: “nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta”.

El propio Fidel Castro, siempre consecuente con su manera de pensar y de ver el mundo, dirigió el 26 de enero de 2015 el mensaje Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria, cuando había transcurrido algo más de un mes del 17-D, expresó: “muchos amigos de Cuba conocen la ejemplar conducta de nuestro pueblo, y a ellos les explico mi posición esencial en breves palabras”, y agregó al respecto:

“No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Defender la paz es un deber de todos”.

En el mensaje, también señala: “El presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba
.

El líder histórico de la Revolución Cubana tiene todo el prestigio y la autoridad histórico-moral suficientes para sumar su voz, como cualquier otro ciudadano, al debate público que actualmente se produce en el complejo contexto nacional. Y su opinión, por razones obvias, posee un peso específico, y resulta muy necesaria, diría que imprescindible, porque como alguien dijo hacia donde vaya Cuba, tiene que ir con Fidel.

El destacado intelectual de la Isla, Fernando Martínez Heredia, Premio Maestro de Juventudes, otorgado por la Asociación Hermanos Saiz, ha escrito: “Fidel ha logrado encarnar la Revolución durante más de medio siglo”, y con respecto a él igualmente ha señalado: “Para que el pensamiento pueda servir bien, no puede ser súbdito de nadie. Pero está obligado a servir a la justicia social y la libertad humana, a tener cabeza propia y casarse con toda la verdad que alcance a ver”.

El investigador social e historiador refiere, asimismo, sobre Fidel Castro: “Cambio los lauros de pensador famoso por los de educador popular, y por ser motor de que los humildes se apoderaran de la vida, la liberación y la cultura. Pero estoy seguro de que vendrá el día en que se le estudie como uno de los más grandes pensadores sociales del siglo XX”.

Cuando estamos en los albores del 90 cumpleaños de Fidel Castro, mi padre, desde su inolvidable ausencia-presencia, continúa en marcha con Fidel, porque como expresara el lucido pensador a los estudiantes universitarios: “las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos”.

Cuan necesario resulta para los cubanos, en especial los jóvenes, tener en cuenta esta alerta de Fidel Castro en medio de un mundo que se torna cada vez más cónico para los más.

Informaciones relacionadas:

Fidel Castro: Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria
Artículo de Fidel Castro: El hermano Obama

* Zanjoneros: Haciendo alusión al Pacto del Zanjón, manuscrito que recoge las bases para poner fin a la Guerra de los 10 Años (1868-1878), suscrito por una parte de los dirigentes políticos y militares cubanos, sin que se garantizara el cumplimiento de ninguno de los dos principales objetivos de la contienda: alcanzar la independencia y eliminar la esclavitud. (Nota del Editor)

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