Agilidad mental y escaleras

Foto: Internet

Autor: Doctor Alberto Quirantes Hernández

Las personas capaces de subir por las escaleras más pisos en un edifico tienen un cerebro más joven. Si a esto se suma una mayor educación, el rejuvenecimiento es incluso mayor.

La aptitud física demostrada por la posibilidad de escalar peldaños cambiando los ascensores por las escaleras, así como una mayor capacidad de leer y estudiar, parecen ser esenciales para agilizar la mente mientras las personas se hacen mayores.

Se establecen diferencias

La actividad física y el nivel educacional marcan la diferencia entre la edad fisiológica y la edad cronológica de una persona. Por eso cada cual puede hacer cosas personales para colaborar con la juventud de su cerebro.

Se realizó una investigación en la Universidad de Concordia, en Montreal, Canadá y publicada en la  revista Neurobiology of Aging, donde se le realizaron la resonancia magnética nuclear a más de 300 personas sanas entre 19 y 79 años.

Quienes podían subir más pisos por las escaleras y además, tenían un nivel educativo más elevado, presentaron un cerebro más joven.

La edad cerebral física fue un año más joven por cada piso que subían en el día y también uno más por cada año adicional de educación recibida.

En comparación con las diversas formas de ejercicios físicos, subir escaleras es algo muy posible de realizar por la mayoría de los adultos, por lo menos una vez al día a diferencia de otros de mayor intensidad.

Cultivar la lectura y otras formas de superación intelectual, igualmente están al alcance de la mano de cualquiera.

Por lo tanto, de esta investigación se deduce como estas sencillas y prácticas herramientas, escaleras y superación, tienen un gran potencial como medidas de intervención para promover la salud mental.

En Cuba

Según un artículo publicado en el sitio web de Cubahora “emplear las escaleras cuando la altura lo permita es una selección inteligente no solo para la salud, sino en el ahorro de tiempo”.

En los centros de trabajo, bien sean los obreros como los visitadores eventuales, deberían pensar inteligentemente en utilizar las escaleras en vez de los elevadores, cuando la salud lo permita. La mayoría de las personas tiene la costumbre de presionar el botón del ascensor. Es una costumbre favorecedora del sedentarismo y debería abandonarse poco a poco. Si el edificio es de muchos pisos, pues entonces utilizar las escaleras para las dos o tres últimas plantas a la subida y bajada.

Esta investigación ofrece un incentivo adicional al empleo de las escaleras y es el tiempo economizado cuando por ellas se transita al necesitar subir o bajar algunos pisos.

Promover el uso de las escaleras en los centros de trabajo permitiría a los empleados y a los visitantes sedentarios lograr beneficios evidentes para la salud y para un mejor aprovechamiento del tiempo”.

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