Diez años de ALBA-TCP y nueve de Petrocaribe

ALBA-TCP y Petrocaribe dos mecanismos
ideados para la unión de nuestros pueblos.
(Foto: radiococo.icrt.cu)
Autor: Jorge Rodríguez Hernández
Parecería algo inédito e increíble a la vez, que la diferencia de edad entre la madre y un hijo, sea solo de un año. Así ocurre entre la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América- Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), nacida en el 2004, y Petrocaribe, nacido un año después, en el 2005.


Dos figuras emblemáticas e iconográficas de América Latina y el Caribe, y del mundo, Hugo Chávez Frías y Fidel Castro Ruz concibieron el proyecto ALBA-TCP, cuyo décimo aniversario es motivo de celebraciones en esta región, reconocida como la de distribución más inequitativa de la riqueza a nivel planetario.

Nueve países integran actualmente el ALBA-TCP, un bloque de integración y cooperación, iniciado por Venezuela y Cuba, a cuyas naciones se sumaron Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas.

En 2008, cuatro años después de fundada ALBA-TCP, las naciones integrantes de la formación firmaron en Caracas, en una cumbre de dicho esquema, el documento que permitió disponer de un banco de inversiones, tras la idea planteada por Hugo Chávez Frías, en abril de 2007, en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA, efectuada en Barquisimeto, estado Lara, en el occidente de Venezuela.

La referida institución financiera dispondría de un capital inicial de 850 millones de dólares y otro autorizado de dos mil millones, con el propósito de acometer proyectos sociales, productivos y gran-nacionales de una región de 53 millones de habitantes.

El referido banco del ALBA destinó, hasta 2013, más de 170 millones de dólares a los programas ALBA Educación, ALBA Cultural y ALBA Salud, y se anunció la inversión de 25 millones de dólares para ofrecer créditos a productores venezolanos que fabriquen artículos de calidad para mercados externos, promoviendo así la capacidad exportadora del país.

Los países de ALBA-TCP disponen, además, de un Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), la base de un esquema comercial de nuevo tipo para la formación, que permitió en el año 2012 realizar transacciones por 700 millones de dólares, superior a las llevadas a cabo en 2011.

Según el Directorio Ejecutivo del Consejo Monetario del SUCRE, más de 150 empresas de la región operan con el SUCRE -moneda virtual-, de las cuales 90 por ciento pertenecen al sector privado, seis por ciento al sector público y el resto entre pequeñas y medianas empresas.

Nueve años de Petrocaribe

Petrocaribe, como soñó Hugo Chávez, constituye un plan contra la pobreza, a partir de un acuerdo energético que agrupa a 19 países: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, El Salvador, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela.

Siguiendo la cuerda inicial, madre e hijo, ALBA-TCP y Petrocaribe, respectivamente, mantienen relaciones propias de esa familiaridad, dentro de la diversidad. De forma conjunta, ambos sostienen cumbres y desarrollan el llamado Consejo Político, en los cuales se conciertan estrategias y políticas.
Esto último ha permitido, mediante este mecanismo de integración energética, desarrollar diversos proyectos socio-productivos, agrícolas y alimentarios, dirigidos a paliar la pobreza en la región.

En la décimo cuarta reunión del Consejo de Ministros de Petrocaribe, celebrada en noviembre de 2014, en Caracas, Venezuela, se conoció que hasta la fecha se suministraron 301 millones de barriles de petróleo y productos de Venezuela a los países miembros de Petrocaribe.

Según declaraciones en ese entonces de Rafael Ramírez, canciller venezolano, su país defiende ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el precio de 100 dólares para el barril del crudo, con una franca tendencia hacia la baja actualmente, cuya evolución debe ser muy observada por los países miembros de Petrocaribe, pues de seguir así, pudiera comprometer la sostenibilidad y continuidad de este esquema energético.

Pero Petrocaribe no es solo un mecanismo que pone énfasis en este último aspecto, sino también está dirigido a la cooperación y el desarrollo de los países miembros, en materia de transporte y comunicaciones, encadenamiento productivo, turismo, comercio e integración social y cultural.

No obstante la baja del precio del petróleo, Ramírez expresó “el más firme compromiso de continuar” y cumplir con los acuerdos energéticos establecidos por Venezuela con la citada organización, bajo cualquier circunstancia.

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